No está claro que irá a pasar. El Gobierno, envalentonado por los resultados de las elecciones, metió quinta a fondo y lanzó rápidamente los primeros planos del paquete de reformas. Si bien parece que no tiene pensado moverse mucho de su hoja de ruta, gremios, sectores industriales, gobernadores y diferentes autoridades, obligan al oficialismo a pegar leves volantazos.

El cambio se dilata


Las reformas laboral, previsional y tributaria son un hecho. Sin embargo, los cambios en la letra chica -y no tan chica- que propugnan los diferentes sectores, dilatan el "cambio permanente" en el que entró el país luego de las elecciones que plebiscitaron las decisiones oficialistas.

En busca de consenso


Uno de los aliados en estas iniciativas es el presidente de la Unión Industrial Argentina, Miguel Acevedo, quien sostuvo que "si lo gremios piensan que (la reforma) va contra los derechos de los trabajadores, no se va a hacer". Además, afirmó que los derechos adquiridos no se perderán. "No vamos a volver a los 50", confirmó en diálogo con El Fin de la Metáfora.

"Si lo gremios piensan que la reforma va contra los derechos de los trabajadores, no se va a hacer"

Además, si bien afirmó que "la reforma tiene el apoyo de la UIA", no tienen pensando pasar por arriba a las organizaciones de trabajadores con tal de que la misma se sancione. "Esto tiene que ser con convencimiento de los gremios", convino.

Acentuando el posicionamiento de trabajar en conjunto con el sindicalismo, Acevedo sostuvo ayer en una entrevista que "nadie piensa bajar sueldos ni precarizar el empleo". De esta manera, el empresariado busca consensuar con el ala gremial para poder avanzar con una reforma en la que, al menos en silencio, creen que se reducirán las cargas laborales.

"Nadie piensa bajar sueldos ni precarizar el empleo"