Lo que comenzó como un chisporroteo se convirtió en una hoguera. “No puede ser que el Mercosur sea un lastre, no estamos dispuestos a que sea un corset del que nuestro país no pueda moverse", se había quejado el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, en una cumbre del bloque de marzo último. Alberto retrucó sobre la marcha: “Si nos hemos convertido en una carga, lo lamento”. Y agregó: “Una carga es algo que hace que a uno lo tiren de un barco y lo más fácil es bajarse del barco si la carga pesa mucho".

Ese cruce, por la pretensión uruguaya de efectuar negociaciones comerciales sin la intervención de socios del bloque -pero sin romperlo-, atravesó un límite este jueves durante la sesión de jefes de Estado en la que Argentina le traspasó la presidencia semestral a Brasil.

La nueva cumbre se afrontó recalentada por el anuncio previo de la Cancillería del país oriental de comenzar “a conversar con terceros para negociar acuerdos comerciales extrazona".

Pocas horas antes, había insistido así con “modernizar el bloque a través de una agenda de negociaciones externas ágil, dinámica, flexible y permanente”.

El primer mandatario argentino encabezó este jueves la nueva cumbre, que se realizó por videoconferencia, y estuvo a cargo de la apertura. En su alocución, exhortó a respetar lo dispuesto en el Tratado de Asunción y recordó que "las negociaciones deben hacerse de forma conjunta".

De inmediato, advirtió: “Es a través de más integración regional y no de menos que estaremos en mejores condiciones".

Alberto alertó que, si algún miembro actúa solo, por cuenta propia, alimentará "espejismos de una vana prosperidad".

En su artículo 2, el Tratado de Asunción -fundante del Mercosur- establece que los firmantes se comprometen a que sus “acciones” sean de “cooperación económica” y “coadyuven a la ampliación de los mercados" de manera conjunta.

Cuando le tocó el turno a Lacalle Pou en la nueva cumbre, el jefe de Estado de Uruguay desatendió la advertencia del presidente de Argentina. “Hemos comunicado que Uruguay pretende avanzar con otros países y esto no significa vulnerar ni violentar la regla de consenso", enfatizó.

Por su parte y fuera del ámbito del cónclave, el expresidente de ese país José “Pepe” Mujica, en declaraciones radiales, consideró: “Cortarnos cada uno por su lado, nos puede arruinar”.

El apoyo de Bolsonaro a Lacalle Pou

En la cumbre, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, contradijo a Alberto. “El uso de la regla del consenso como instrumento de veto y el apego a visiones arcaicas de tipo defensivo tendrán por único efecto consolidar el sentimiento de escepticismo y de dudas sobre el verdadero potencial dinamizador del Mercosur".

Resta sólo saber si ese aval envalentona a Lacalle Pou y Uruguay concreta el primer acuerdo comercial por su lado, para hacer trizas así la regla fundante del Mercosur.