“La economía argentina de 2019 es un auto destartalado que se trasladaba a la elección presidencial a los tumbos por un camino desnivelado, con mala performance (recesión e in?ación) y en el trayecto lo agarra una tormenta (la elección). Llegar a destino (el 10 de diciembre de 2019) con ese auto, esa ruta y ese clima representa un desafío que requerirá muñeca y ?rmeza en el volante. El acuerdo con el FMI actúa como el servicio de emergencia indispensable (la grúa) pero no es condición suficiente. Hay que seguir cumpliendo con los tres mandamientos del Plan Picapiedras: no malgastarás reservas, no emitirás y no gastarás más de lo que se recauda. Una verdadera cabalgata en el desierto”.

Generador permanente de títulos, Carlos Melconian volvió con su libro “Cantar la Justa” en el momento exacto en que se inicia la transición que ubica a Mauricio Macri de salida, después de una experiencia traumática. El ministro que no fue relata en 208 páginas la infinidad de errores del mejor equipo de los últimos 50 años, el exceso de voluntarismo, el endeudamiento vertiginoso y la visión casi religiosa de la jefatura de Gabinete. Capítulo final, la “Carta al próximo presidente” remarca que habrá que aspirar a un plan económico integral, desde el primer día, para resolver la pesada herencia que deja el ingeniero. Como si le hablara a Fernández, Melconian advierte: “No contará o será muy efímero cualquier tipo de luna de miel, ni tendrá la chance de la prueba y el error que una primera experiencia de mala praxis suele tener. Deberá prepararse y mentalizarse con tiempo porque habrá que acertar de entrada”.

Tributario de las enseñanzas de Miguel Ángel Broda y Domingo Cavallo, el creador de “pechuguita con calabaza” retornó al mismo tiempo que lo hizo su amigo Jorge Brito, tras una larga y obligada temporada de ostracismo. El dueño del Banco Macro regresó en la cena que Juan Manzur preparó para Alberto Fernández en el Sheraton de Tucumán. Con una frondosa historia en común, Brito y Melconian exhiben una sintonía fina y acostumbran a mostrarse juntos.

Después de haber guardado un “respetuoso luto mediático” durante 2018, el extitular del Banco Nación siente que terminó el ciclo de piedad con respecto al ensayo amarillo. Mientras difunde sus charlas con Fernández y hasta aparece como el encargado de elaborarle un plan económico, Melconian se muestra dispuesto a colaborar: tal vez busque una nueva oportunidad o tal vez vuelva a equivocarse por exceso de protagonismo.

En el corredor que va del Círculo Rojo al peronismo, se menciona en los últimos días otro nombre con más fuerza. Desde que denunció un operativo escarmiento del Banco Central por orden de Macri al día siguiente de las PASO, Martín Redrado se resguardó en el perfil bajo y se cuidó de no volver a hablar.

Sin embargo, en el corredor que va del Círculo Rojo al peronismo, se menciona en los últimos días otro nombre con más fuerza. Desde que denunció un operativo escarmiento del Banco Central por orden de Macri al día siguiente de las PASO, Martín Redrado se resguardó en el perfil bajo y se cuidó de no volver a hablar. Sus palabras tuvieron eco, como acaba de confirmar la causa penal que pidió abrir la fiscal Paloma Ochoa en Comodoro Py por el salto devaluatorio posterior a las primarias. Prematuro Golden Boy de los años de Cavallo, el compañero de aventuras de Sergio Massa en el Frente Renovador declaró que las autoridades del Central recibieron la instrucción de no frenar al dólar y ahora puede ser citado como testigo.

Garantía para el sector financiero y el establishment, Redrado es para muchos el candidato más fuerte para ocupar el Ministerio de Economía. Fernández ya dejó trascender que va a ocupar un “rol importante” y es un economista que abre a un mundo amplio de relaciones posibles. Tiene entre sus afinidades a empresarios de peso como Hugo Sigman, José Luis Manzano y Cristóbal López, quien lo designó en el Banco Finansur en 2016. Y cuenta con una mapa de relaciones que incluye a sindicalistas cercanos al candidato del Frente de Todos. Así como se dice de Melconian, también en los hoteles de Retiro se habla del plan económico que Redrado prepara para Fernández por encargo de un grupo de sus clientes. Pragmático como se lo considera, encajaría perfecto en el centro de la foto del nuevo contrato social y podría tejer un buen vínculo con el sucesor de Guido Sandleris.

El economista de la Fundación Capital, que terminó en malos términos su relación con Néstor y Cristina Kirchner, conoce a los actores de Wall Street y cuenta además con una llegada envidiable a la embajada de Estados Unidos. Según “PolitiLeaks”, la investigación de Santiago O’Donnell, Redrado fue la figura política que apareció mencionado más veces (98) en los cables diplomáticos de los años 2006-2010 que le entregó Julián Assange al periodista argentino. Esa condición, que lo hundió en los tiempos del cristinismo final, puede ser considerada de utilidad ahora, cuando la Argentina que deja Macri aparece como rehén del Fondo y, sobre todo, de la administración Trump. Sería la prueba irrefutable de que Cristina no gobierna las decisiones de Alberto.

El economista de la Fundación Capital, que terminó en malos términos su relación con Néstor y Cristina Kirchner, conoce a los actores de Wall Street y cuenta además con una llegada envidiable a la embajada de Estados Unidos.

El candidato del Frente de Todos puede optar por economistas con una visión más heterodoxa, pero el número 1, Roberto Lavagna, rechazó hasta hoy todos los ofrecimientos de los enviados de la calle México. Habrá que ver si apela a otros que también tiene cerca de su espacio.

Marcado por la experiencia de Cavallo en los noventa, con el propio Lavagna como dueño de la economía hasta 2005, no son pocos los que piensan que a Fernández le gustaría contar con un ministro fuerte como el que sugiere Melconian en su libro.

Mientras Hernán Lacunza viaja a Washington con la difícil misión de activar el último desembolso para frenar una crisis que se le viene encima y no terminar como el ministro del cepo y el default, el presidente virtual tiene una fortaleza política que Macri perdió y concentra toda la expectativa, adentro y afuera del país. Antes de asumir, el profesor de Derecho Penal de la UBA debe tener planteada una salida clara para el rompecabezas de la deuda. Con una avalancha de vencimientos que lo espera apenas asuma, caída persistente de las reservas y la cesación de pagos que sobrevuela la cabeza del Estado argentino, Fernández no tiene tiempo para llegar al 28 de octubre y comenzar a pensar en un plan urgente. Lo más probable es que ya esté en marcha, que los roles estén definidos y que el trabajo ya haya comenzado.