La Serenísima tuvo que dar marcha atrás en el rediseño de los envases de Yogurísimo y realizar un cambio de manera progresiva para no afectar a las personas que sufren autismo.

Luego de muchas críticas en las redes sociales que denostaban el brusco cambio por generarle "ansiedad y estrés" a aquellos que padecen de Trastorno del Espectro Autista, desde la empresa oyeron las quejas e hicieron autocrítica.

"Gracias a un tweet descubrimos que, para las personas con Trastorno del Espectro Autista, adaptarse a una nueva situación es un proceso más dificil de lo que nos imaginamos: algo tan pequeño como el rediseño del envase de su yoghurt preferido puede generarles ansiedad y estrés; estrés en serio", aseguraron en un video institucional difundido en Twitter.

"Lo aprendimos y no nos podíamos quedar con los brazos cruzados", agregaron, y por ello hablaron con el Licenciado Diego Tarkowksi, quien explicó que "los cambios se asimilan mejor cuando son progresivos y se les da un sentido".

Y en pos de "alivianar su resistencia al cambio", luego de una capacitación interna y una consultoría sobre el proyecto, desde La Serenísima impulsaron una campaña para revertir el cambio y producir "potes con el nuevo diseño como con el anterior para asimilarlo mejor".