Mauricio Macri continuó con su gira por el norte del país (tras su cruce con el intendente de Tafí Viejo, Javier Noguera) y encabezó distintas actividades en Jujuy, tierra de Gerardo Morales, uno de los gobernadores radicales que aun responden al Presidente. 

Luego de encabezar un acto de entregas de viviendas y escrituras a vecinos de la localidad de Volcán (muy afectada por el alud que se produjo en enero de 2017) y participar de la inauguración de obras de remodelación del aeropuerto internacional de esa capital provincial, el jefe de Estado se refirió a las elecciones del 27 de octubre y se mostró confiado en que el oficialismo “seguirá cambiando la historia”.

Respecto a los comicios, el mandatario remarcó que “en este proceso electoral estamos definiendo con qué valores queremos vivir y convivir los argentinos".

"Me hago cargo, estoy tratando de llevar alivio a la mesa de los argentinos”, dijo en conferencia de prensa y agregó que también "es fundamental hacer todo lo que nunca se había hecho para crecer". Entre esas cosas mencionó: "arreglar las rutas, mejorar la educación, llevar Internet a todas las provincias, modernizar el Estado, y generar nuestra propia energía".

"Todo esto lo hacemos con honestidad y transparencia, que son valores innegociables", sostuvo y pidió que la obra pública no sea "tierra fértil para que uno vivos se queden con los vueltos, sino sinónimo de desarrollo real". 

Jujuy, una de las provincias que más visitó durante su mandato, fue la parada previa a la nueva etapa de la campaña de Macri quien, a través del tradicional eslogan del oficialismo #SíSePuede, recorrerá 30 distritos claves en 30 días a partir del 27 de septiembre. Más allá de mostrarse como gobernante –y no como candidato, como se lo pidieron candidatos de la oposición-, el Presidente arrancó una nueva etapa de más diálogo y enfocado en lo territorial.