En la tarde del sábado comenzó en Villa Gesell un incendio forestal cerca de la frontera con Cariló, donde trabajaron al menos veinte dotaciones de bomberos y personal de Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires. Los focos de fuego que azotan esta zona de la Costa, expusieron otra vez la carencia estructural ante desastres naturales.

Para controlar las llamas, que alcanzaron entre 5 y 10 metros, utilizaron una avioneta hidrante, lo que generó nuevamente un planteo respecto a la utilización de aviones hidrantes por parte del Gobierno.

En 2012, durante la gestión de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, se compraron 26 aviones hidrantes y, en 2015, se realizó una ejecución de más de $92 millones para el programa Sistema Federal de Manejo del Fuego.

Al asumir Sergio Bergman en el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable a finales de ese año, Cambiemos decidió terminar con ese contrato y llamó a una licitación internacional que luego fue cancelada por el Ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.

“Lo más útil es rezar”, había declarado el rabino al tiempo que aclaraba también la reducción del presupuesto ministerial para políticas de control de incendios.

Tras ese accionar, ocurrieron los incendios de la Patagonia y de Pinamar en 2016, que provocaron la pérdida de millones de hectáreas. Ahora, ocurren los de Villa Gesell, a los que se tuvo que hacer frente con una pequeña avioneta hidrante.