Independiente igualó sin goles en Avellaneda ante el Santos de Brasil, por el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. Sin embargo, amparado en el reglamento, podría quedarse con un triunfo por 3-0 debido a la mala inclusión de Carlos Sánchez, el mediocampista uruguayo reciente refuerzo del conjunto brasileño.

¿Qué fue lo que pasó? Jugando para River, Sánchez fue expulsado el 26 de noviembre del 2015 en el empate 2-2 ante Huracán, como visitante, por Copa Sudamericana. Sandro Ricci, árbitro brasileño, le mostró la roja directa por golpear a un alcanzapelotas en la cara.

Entonces, al urugayo le dieron tres fechas de suspensión, según el informe de noviembre 2015 de la unidad disciplinaria de la Conmebol. Por expulsiones de este tipo, la Confederación Sudamericana estipula un mínimo de 2 partidos de sanción. Sin embargo, Sánchez pudo jugar el Mundial de Clubes en el que River llegó a la final y cayó ante el Barcelona ¿Por qué? Porque, según el reglamento, las sanciones de Conmebol son solo para torneos de su competencia. Y el Mundial de Clubes es competencia de la FIFA.

Los reglamentos, esos documentos vetustos que obviamos a conveniencia

Ejemplos de esto hay de sobra. El más reciente es el de Ramiro, jugador del Gremio de Porto Alegre, campeón de la Copa Libertadores y expulsado ante Lanús en la final. Pudo disputar el Mundial de Clubes con el conjunto brasileño, pero no así la Recopa Sudamericana -organizada por Conmebol- ante Independiente, porque aún adeudaba la suspensión.

Que Santos desconocía esta situación, al igual que el propio Sánchez, es un hecho. Pero una vez enterados recurrieron a una medida de la Conmebol de 2016 en la que redujo todas sus sanciones, a clubes y jugadores a la mitad en un fallo que principalmente benefició a Boca tras la suspensión del partido ante River, en La Bombonera, a raíz de los famosos incidentes con gas pimienta.

La sanción de Sánchez, en efecto, se vio reducida. Ante la imposibilidad de computársele una fecha y media, el redondeo es a favor del jugador. Sin embargo, aún con este beneficio, aún seguía con una fecha pendiente. Por lo tanto estuvo mal incluído ante Independiente.

El único argumento que a esta hora preparan los brasileños es la consulta en el Comet, un sistema digital al que los clubes acceden para constatar las sanciones de los jugadores. Sin embargo, según se pudo averiguar, la información allí brindada no es vinculante. Y es el propio club el que debe constatar ante Conmebol las sanciones. Un claro ejemplo de esto es lo que hizo Boca ante la suspensión de Carlos Izquierdoz, por una expulsión en un partido de 2014 jugando para Lanús ante Bolivar.

Hay un antecedente no menor en relación a esto último y es inmediato: el caso Temuco. Los chilenos vencieron 2-1 a San Lorenzo en la Copa Sudamericana, pero la mala inclusión de Jonathan Requena, que había jugado la fase previa para Defensa y Justicia, provocó a que Conmebol le diera por perdido el partido por 3-0.

Marcelo Salas, exdelantero de River y presidente de Temuco, argumentó que en el sistema Comet no figuraba esta imposibilidad. Aún así, Conmebol ratificó su fallo.

Por supuesto, el tema explotó en redes. Y no faltaron aquellos periodistas y también medios que aprovecharon la confusión para desinformar. Caso particular el del Diario Olé, que apenas 20 minutos después de terminado el partido en Avellaneda se dedicó a llenar páginas con datos erróneos: que la sanción había prescripto, que el jugador la había cumplido en el último Mundial FIFA y demás. Todo desterrado, por supuesto, horas después.

En Avellaneda esperan que el fallo esté antes del viernes. Y tienen el dato de que les será favorable. De esta manera podrían viajar a San Pablo con una ventaja de tres goles. Porque, aunque moleste, los reglamentos están para cumplirse. Y eso en Sudamérica a veces cuesta entenderlo.