Esta mañana, Roberto Lemos Arias, juez de la Sala I de la Cámara Federal de La Plata aceptó las recusaciones contra su colega Federico Villena, titular del Juzgado Federal N° 1 de Lomas de Zamora que investigaba el espionaje llevado a cabo durante el gobierno de Mauricio Macri.

"El juez recusado no se halla en la posición de imparcialidad necesaria para seguir al frente de la investigación y para decidir sobre los hechos que son objeto de pesquisa", afirmó Lemos Arias.

El expediente tramitará en el Juzgado Federal N° 2 de Lomas, a cargo de Juan Pablo Auge, quien tuvo la primera causa por espionaje contra Cristina Fernández y el Instituto Patria. La investigación surgió tras la denuncia de Cristina Caamaño, titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).

Hace dos semanas, Auge ordenó la detención del ex jefe de operaciones de la AFI: Alan Ruiz. Este afirmó no haber realizado espionaje ilegal y sostuvo que las tareas en el Instituto Patria y en la casa de Cristina Fernández fueron legales. Ruiz solicitó la excarcelación, pero el juez se la negó.

En el fallo firmado por Lemos Arias no se resolvió la nulidad de todo lo actuado, desde los allanamientos a los acusados hasta sus posteriores detenciones.

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Recusaciones contra Villena

Las defensas de Leandro Araque, Facundo Melo y Jorge Sáez habían pedido que se aparte a Villena. Los dos primeros cuentan con el patrocinio letrado de Fernando Enrique Sicilia, y el segundo tiene dos abogados, Alfredo Olivan y Martín Calvet Salas.

Sicilia afirmó que el juez formaría parte de la “colaboración judicial”, con el fin de que "las tareas presuntamente ilegales que se investigan en la presente causa tengan la cobertura legal necesaria".

"El defensor indicó que en unos audios que refirió en su presentación, una persona que habría prestado servicios en la Agencia Federal de Inteligencia mencionó que el juez Villena libraba oficios judiciales para justificar la realización de tareas de inteligencia ilegales llevadas a cabo por personal de la citada agencia estatal", reza en el fallo.

La Cámara Federal de La Plata dirimió en qué juzgado seguirá tramitando la causa, luego de que Villena había rechazado las recusaciones de los tres acusados. 

En el fallo, Lemos Arias sostuvo que "en la presente causa se investigan hechos de notoria gravedad institucional, que ameritan que sean investigados profundamente con la intervención de un juez sobre quien no recaiga ninguna duda sobre su imparcialidad".

Asimismo, hizo hincapié en que el magistrado que lleve adelante la investigación debe estar "en una clara posición de objetividad para valorar la prueba recolectada y decidir la situación procesal de las personas imputadas".

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Motivos del fallo

1. Temor de parcialidad:

Cuando Lemos Arias fundó su decisión de apartar a Villena de la causa lo hizo en base a la necesidad de "la garantía de imparcialidad del juez". En el fallo sostuvo que "las circunstancias objetivas que surgen de los expedientes reseñados precedentemente permiten tener por fundado el temor de parcialidad invocado por las defensas de los imputados" sobre la labor de Villena.

2 y 3. Vínculo entre la causa que llevaba Villena y otras dos en donde el mismo juez había dispuesto medidas:

"En efecto, fue dicho magistrado quien, en su condición de juez subrogante del Juzgado Federal Nº 2 de Lomas de Zamora, instruyó las causas referidas. Además, ordenó tareas de inteligencia a la Agencia Federal de Inteligencia y a la Dirección de Inteligencia del Servicio Penitenciario Federal, entre fines del año 2017 y comienzos del año 2019.

Las actividades de espionaje ilegal que se investigan "estarían vinculadas directa o indirectamente a las medidas ordenadas por el juez Federico Villena" en otras causas judiciales.

A su vez, el magistrado había ordenado "tareas de inteligencia y las intervenciones telefónicas dispuestas en el

Complejo Penitenciario Federal Nº 1 de Ezeiza entre marzo de 2017 y -al menos- febrero de 2019".

4. En otra causa de espionaje, Villena se había excusado:

El juez no había aceptado tramitar otro expediente sobre espionaje ilegal. La excusación la fundamentó en que estaba en una situación de “violencia moral” por haber intervenido y adoptado medidas de prueba en otra de las investigaciones.