Mauricio Macri inició el operativo retorno. Con pequeños pasos, el expresidente va dejando señales para certificar que nunca se alejó del terreno político. Y mientras Juntos por el Cambio dirime su juego de halcones y palomas para reconfigurarse como oposición, la pregunta que queda flotando en el aire es qué dirigentes apuestan plenamente a la sed de revancha de Macri.

Marcos Peña parecería ser el primer nombre que aparece para responder aquel interrogante. Sin embargo, los "ojos y oídos" de Macri en su paso por el Ejecutivo brillan por su ausencia. Ahora son otras las cabezas que asoman como el núcleo duro del ex jefe de Estado. En el primer escalafón aparecen dos dirigentes con peso propio: Miguel Ángel Pichetto y Patricia Bullrich.

Pero en el podio también aflora Hernán Lombardi, extitular del Sistema de Medios Públicos en tiempos donde Macri manejaba el Ejecutivo. En su gestión, el exfuncionario quedó marcado -entre otras cosas- por decidir el despido de 357 trabajadores de la agencia Télam. ¿Su autocrítica? "No insistir con la plataforma ContAR", declaró semanas atrás, sin referencia a la agencia estatal de noticias.

El vínculo entre ambos se afinó en la madrugada del 12 de agosto del año pasado. Es que en esas primeras horas, mientras los votos de las PASO sepultaban al entonces Presidente, varios dirigentes "amarillos" empezaron a alejarse del líder del Pro, aún cuando el distanciamiento social no era la regla en Argentina.

Lombardi, por su parte, no siguió la marea y Macri devolvió la confianza: le encargó la segunda fase de la campaña electoral, con fin del contrato para octubre del 2019.

"30 ciudades en 30 días", fue el maratón organizado por el antiguo encargado de los medios públicos. Ese plan diseñado por Lombardi -y que rezagó a Marcos Peña- marcó el quiebre de la estética (casi) invicta del Pro: adiós a las charlas minimalistas, bienvenidos los actos multitudinarios, con seguidores subiendo al escenario.

La misión del dirigente radical tampoco alcanzó el objetivo: más de 12 millones de argentinos eligieron que la dupla Fernández/Fernández se haga cargo de la Casa Rosada. Lombardi, sin embargo, se puede anotar un poroto: de los 30 puntos obtenidos en las PASO, para octubre, la cifra ascendió al 40% de los votos totales.

Portavoz

Por otro lado, en plena pandemia, Lombardi también se edifica como el vocero de los cuatro años de gestión de Cambiemos. Y desde allí, dispara munición pesada, en especial, por Twitter. Con solo hace un breve repaso, el exministro de Cultura de De La Rúa cargó contra Rosario Lufrano, Leandro Santoro y Santiago Cafiero.  ¿Una perlita? Calificó a Marcelo Tinelli, cuando el conductor de televisión, justamente, decidió criticar a Macri.

Vía Whatsapp, no son pocos los dirigentes del Pro que deslizan que las actitudes de Lombardi son destacadas por el propio Macri. Sentir la espalda cuidada no es poca cosa, más ahora que resuenan las causas en la Justicia de exfuncionarios del Gobierno. Con esas defensas, por ende, el ingeniero de la Universidad de Buenos Aires también puede anotarse otro poroto más.

Halcón

En cuanto a la "diferencia de criterios" entre el ala dialoguista de Juntos por el Cambio y el núcleo "duro", el perfil de Lombardi se inscribe -casi naturalmente- entre los halcones del Pro, encargados de no frenar con la grieta, ni aún para tomar carrera. El último ejemplo puede rastrearse en la escritura del libro Juntos, una compilación de escritos de los "resilientes" -así se autodenominan- del bloque opositor.

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Allí, el ex armador de la frustrada campaña de Gabriela Michetti -en las ya lejanas primarias porteñas del 2015- aprovechó y aportó cinco de los 30 textos. En uno de los apartados, Lombardi apuntó contra las "cinco falacias" de la cuarentena: cuestionó los argumentos del Gobierno nacional, que simulan ser "verdaderos, pero no lo son".

¿Y Marcos Peña?

Con los porotos a cuesta, Lombardi escala posiciones en el armado de Macri, aún cuando en su entorno hagan oídos sordos a las consultas de El Canciller. El otro interrogante que queda responder es dónde se ubica el exjefe de Gabinete en la cruzada del líder del Pro por volver a Balcarce 50.

Allí, el silencio es ensordecedor. Es que fueron muy pocos los Zoom a los que se conectó el ex jefe de campaña para charlar con sus antiguos compañeros. En las editoriales de algunos diarios, incluso, lo ubican más cerca de Horacio Rodríguez Larreta que del propio Macri.

Por las dudas, el expresidente ya empezó a buscar reemplazante.