La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, encabezó un megaoperativo para contener desmanes y evitar disturbios en el Superclásico, pese a que el partido sólamente cuenta con la presencia de hinchas de Boca Juniors.

Junto al ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, entregó precisiones respecto a los delitos desbaratados en la previa del encuentro más importante del fútbol argentino. 

"Paramos 10 micros que circulaban de manera ilegal, sin papeles. Estaban destruidos. La Ciudad también hizo operativos para evitar la venta ilegal de entradas", explicó la funcionaria.

El despliegue de prevención incluyó la presencia de 800 efectivos de la Policía de la Ciudad, 400 agentes de seguridad privada y 130 operarios vinculados al programa Tribuna Segura. Además, se dispuso un programa para contener el accionar ilegal de los trapitos y se implementó un globo aerostático de videovigilancia. 

Aunque la intención expresa de la Superliga es reintegrar, paulatinamente, al público visitante en los estadios -ya se estipula en algunos partidos de la provincia de Buenos Aires en Primera División, en la Copa Argentina y esta semana retornó en un partido del ascenso-, la ministra dejó en claro que eso no sucederá.