Los jueces y fiscales de Comodoro Py volvieron de la feria judicial de invierno y manejan sus propias encuestas. En el lugar más político de la justicia, las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) no pasan desapercibidas como así tampoco lo que pasará en octubre.

Las encuestas circulan por los grupos de Whatsapp y en conversaciones privadas entre magistrados. Es conocido que en año electoral la actividad judicial tiende a bajar por la incertidumbre política. Este año no fue la excepción, sacando del análisis a Claudio Bonadio. El juez de los cuadernos es cada vez más jugador de tenis: trabaja por y para él, en soledad, sin demasiado diálogo con sus vecinos de piso. La causa del chofer Oscar Centeno es su Wimbledon.

Las novedades después de la feria: juicios sin fechas y a la espera de los resultados de las PASO

El resto prefiere esperar a los resultados del 11 de agosto. Con una relación bastante mala con Cristina Fernández de Kirchner y muy fría con el oficialismo actual, muchos se mantienen equidistantes. Alguno que otro ha tirado, medio en broma, que había llegado a extrañar los diálogos con Julián Álvarez, funcionario camporista del Ministerio de Justicia. Históricamente, los tribunales han estado llenos de funcionarios de origen radical aunque ahora también han aflorado otras simpatías políticas.

La situación de equidistante puede variar en pos de la diferencia que haya entre candidatos tanto en agosto como en octubre. Jueces y fiscales saben que no es lo mismo tratar con Alberto Fernández y los posibles interlocutores que tenga, que mantener un diálogo con Germán Garavano y otros integrantes de la mesa judicial, a quienes han defenestrado el año pasado. La estrategia es distinta.

La única (no) novedad que tendrá las próximas semanas será la elevación parcial a juicio de la causa de los cuadernos, comandada por Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli. Éste último se ha convertido en una figurita difícil dentro de Py y hay quienes dicen que su suerte ni siquiera cambiaría en el posible escenario de una victoria macrista.

Los tribunales orales federales siguen con su propia lógica. Con mayor cintura para fijar fechas de juicio, ninguno quiere ser el sorteado en cuadernos. Mientras tanto, las audiencias contra Cristina van fluyendo muy lentamente; el Memorandum con Irán aún no tiene fecha al igual que Hotesur, Los Sauces y Dólar Futuro.

Por otra parte, también están en "hold” las causas contra funcionarios macristas (la deuda del Correo que llevó a a indagatoria a Oscar Aguad, por ejemplo). En este contexto, no pasaron desapercibidos los mensajes de los empresarios donde pedían que se aprueben varios pliegos que están freezados en el Senado. Algunos jueces miran con desconfianza a cierto sector empresarial con el que siempre se llevaron bien y nunca incomodaron.

"El poder disciplinario se ejerce haciéndose invisible”, sostenía Michel Foucault. En Comodoro Py bien saben que los gobiernos se van y los jueces se quedan aunque ahora ninguno quiera mover sus fichas sin tener alguna pista más firme de lo que sucederá en diciembre.