Ya son varios los economistas que en sus análisis confirman que Argentina atraviesa hoy la peor sequía de los últimos 44 años. Nuestra famosa pampa húmeda productiva tiene un 87% menos de lluvias del promedio histórico.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires en su último informe calculó la pérdida de ingresos de dólares al país para este año en USD 6.000 millones. En total representa una pérdida de 27 millones de toneladas de granos gruesos exportables y el impacto en el crecimiento de la economía equivale al 0,86%.

La sequía del agro en criollo

La pregunta es ¿por qué tengo que entender lo que le pasa al campo y en qué medida me afecta? El efecto inmediato será cuando vayas al supermercado y además de ver los precios incrementados por la inflación entiendas que la sequía produjo esto. Al tener un déficit en la producción de dichos granos, que sirve de alimento a los animales, se transforma inmediatamente en costos más altos para la producción de lácteos, carne y pollo.

Fuimos conocidos como el granero del mundo, pero actualmente sufrimos y dependemos de factores externos como el clima

La merma en el stock de toneladas exportables por lo que ingresan divisas extranjeras al país incide, entre otros factores, en el sostén de la valuación de la moneda local. Otra de las graves consecuencias en la disminución agresiva de la producción de granos es que se reduce el transporte de carga con una pérdida estimada de USD 422 millones de para el sector en este año.

Fuimos conocidos como el granero del mundo, pero actualmente sufrimos y dependemos de factores externos como el clima.

Los sistemas productivos evolucionaron pero el clima cambió y estas consecuencias seguirán existiendo mientras no se haga foco en el sector y se ajuste con el plan de infraestructura con las medidas adecuadas.

Argentina necesita ponerse al día con respecto al atraso que hay en materia de obras que disminuyan el riesgo climático.

Es ahí donde se debe pensar en un proyecto a largo plazo que trascienda los gobiernos de turno y se generen consensos para lograr que el país crezca con el campo y no a pesar de él, cuando justamente ha sido éste sector el que ha contribuido en ubicar a Argentina entre las principales economías del mundo.

La paradoja de vivir en un país que quiere convertirse en el supermercado del mundo pero le cuesta sostener el título de granero. Tenemos recursos, tenemos las góndolas, e incluso tenemos ideas para serlo.