Hugo Moyano está inmerso en su intento por fortalecer su figura y sumar adhesión de diferentes sindicatos para sortear los conflictos judiciales y su batalla con el Gobierno Nacional.

Sin embargo, ayer, fuera del terreno gremial, se mostró con importantes figuras del peronismo en una semana agitada para el PJ Nacional después de la intervención de Servini de Cubría que puso al frente del partido a Luis Barrionuevo.

¿Qué los unió? Un homenaje al ex vicegobernador bonaerense, Alberto Balestrini, quien murió hace un año. En el mismo escenario confluyeron, además del hombre de Camioneros, Fernando Espinoza, la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, Máximo Kirchner y Agustín Rossi, entre otros.

A Moyano se lo vio muy amistoso con los dirigentes peronistas, toda una muestra de su nueva plataforma política en el marco de su guerra con Mauricio Macri y toda la Casa Rosada. Incluso, el camionero tiene previsto volver a las calles para presionar desde su lugar preferido a los funcionarios de Cambiemos.

Moyano levantó su perfil y reaparecerá en las calles después del 21F.

Moyano reaparecerá después de algunos meses alejado del centro de escena. Volverá a encabezar una protesta después del 21F y luego de los rumores sobre su supuesto futuro más cerca de la prisión que del barro político y sindical.

¿El motivo de la manifestación? Participará el jueves de una marcha "de velas" del Congreso a la zona del Obelisco como reclamo contra los aumentos de tarifas de servicios públicos. 

Lo interesante de ahora en más será ver con qué figuras de relevancia sindical buscará juntarse el camionero. De un lado, cuenta con el rechazo contundente de la mayoría de los ex líderes del triunvirato y también de aquellos que suenan como candidatos para encabezar la nueva CGT.

¿Y Luis Barrionuevo? Con idas y vueltas, el líder gastronómico está ahora volcado de lleno en su tarea por controlar al PJ Nacional, aunque en la última movilización plantó a Moyano para no mezclarse con los referentes del kirchnerismo que estaban presentes. Ambos coinciden en algo: quieren evitar que los “gordos” tomen el poder total de la central obrera.