La Nación volvió a apuntar, sin nombrarlo, contra Fernando Burlando. Fue en uno de sus editoriales de ayer, titulado Abogados sin ética, que en la versión digital fue ilustrado con la foto del mediático penalista. Allí se lo acusa de pertenecer a una "deplorable fauna" junto a otros de sus colegas, entre otros calificativos.

"Proyectan una imagen deplorable de la profesión, ante la complacencia impávida de los colegios de abogados que controlan el ejercicio de la profesión, instituciones nacidas bajo la premisa de que velarían por el respeto de las normas de ética y por la dignidad de la abogacía", afirma el diario de Bartolomé Mitre en la nota de opinión. 

También cuestiona que sean protagonistas de "situaciones escandalosas", que revelen la intimidad de sus clientes y que mencionen en los medios las cifras que cobran en concepto de honorarios, siempre abultadas.

"Estos profesionales más merecen ser llamados leguleyos que abogados. A los que hacen del ejercicio profesional una práctica criminal ni siquiera les cabe ese calificativo. Solo el de delincuentes", subraya el matutino, entre otras duras acusaciones.

No es la primera referencia a Burlando que aparece en la sección de opinión del centenario periódico. El 8 de octubre, el columnista Claudio Jacquelin también apuntó contra Burlando, aunque tampoco lo nombró. Fue en el marco de la detención del exjuez César Melazo por estar asociado a una banda de delincuentes.

Casal, Burlando y hasta la Iglesia, en la mira por el escándalo del exjuez Melazo

"Algunas anécdotas de la vida cotidiana del exmagistrado tal vez ilustren mejor que las pruebas de la causa el poder que llegó a tener", contó Jacquelin en su artículo. "Un buen retrato son los cumpleaños que hacía en la amplia chacra donde vivía y que su salario judicial difícilmente le hubiera permitido adquirir sin dejar de lado muchos otros hábitos costosos que tenía", agregó.

En ese sentido, remarcó que a esos festejos "concurrían ministros, magistrados de las distintas instancias de la Justicia en lo Criminal, empresarios, sindicalistas y abogados con mucha fama e influencia". "Especialmente uno que frecuenta la farándula, es amigo de populares conductores televisivos y defensor de policías que cambiaron de bando. Contra él también se acumulan evidencias", disparó.