La grieta argentina no da tregua y el caso Chocobar la profundizó un poco más. Hoy cualquier drama del plano político, económico, social o internacional amplían las divisiones. Israel y Venezuela, la nueva cuarentena y las vacunas son antecedentes que vienen marcando la agenda de las disputas entre la oposición y el oficialismo.

Luis Chocobar fue condenado a dos años de prisión en suspenso por el homicidio con exceso en el cumplimiento de un deber de un delincuente que había atacado a puñaladas a un turista estadounidense en 2017 en el barrio de La Boca. Desde que ocurrió el hecho, se despertaron críticas de un lado y reconocimientos del otro.

El policía obtuvo el apoyo de todo el arco político macrista. De hecho, el expresidente lo recibió en Casa Rosada el 1 de febrero de 2018. En aquel momento el mandatario aclaró: “Quería ofrecerle todo mi apoyo, decirle que lo acompañamos y que confiamos en que la Justicia en otra instancia lo liberará de todo cargo, reconociendo su valentía”. El 16 de septiembre de 2019 fue el turno de Patricia Bullrich: “Estamos a su lado y al lado de todos los policías que cuidan a la gente y actúan según su deber”, le aseguró la entonces ministra de Seguridad al policía condenado.

Desde la otra vereda, Agustín Rossi sostuvo que bajo el gobierno kirchnerista “no hubiese existido un Chocobar, porque ningún policía se hubiese animado a disparar por la espalda”. En el mismo sentido, el actual ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, subrayó que Chocobar “no cumplió con la ley”.

La coalición amarilla ya marcaba de qué lado de la cancha se paraba. Es que priorizaban la seguridad y la defensa de la sociedad al costo que sea, apartado de toda consigna de “gatillo fácil”, haciendo oído sordo a la cuestión de los derechos humanos (que el kirchnerismo ponía de relieve) y criticando el “garantismo” de Zaffaroni. Incluso después de ese episodio se implementó el uso de las pistolas taser, un proyecto que empoderaba a las fuerzas de seguridad de una manera más “sutil”. Ya sin plomo, pero con descarga eléctrica. Este mecanismo fue derogado apenas comenzada la administración Fernández-Fernández.

Rechazo a la sentencia

Tras conocerse el fallo que condenaba a Chocobar, las principales figuras de Juntos por el Cambio se manifestaron en repudio a la Justicia argentina. Patricia Bullrich y Waldo Wolf dieron el presente en las afueras de Comodoro Py para tenderle la mano al efectivo sentenciado.

La presidenta del PRO destacó nuevamente el trabajo del policía y sostuvo que “esta sentencia condena a toda la sociedad”. Mauricio Macri también reconoció a Chocobar “por cumplir con su tarea de proteger a los ciudadanos de los delincuentes”.

Desde el oficialismo nadie alzó la voz. Todo hace pensar que el silencio también marcó el otro lado de la cancha.