Tal como sucedió en la cumbre de Buenos Aires en 2018, la guerra comercial entre Estados Unidos y China será el centro de atención del G20 express (durará solo dos días) que se realizará desde el viernes en Osaka, Japón.

Con el conflicto en Irán en la trastienda, Donald Trump y Xi Jinping se reunirán para comenzar a destrabar un conflicto que se acrecentó en mayo de este año, cuando rompieron la tregua firmada en Argentina y retomaron la guerra comercial que paraliza al mundo.

La cumbre entre Trump y Xi Jinping, el plato fuerte del G20 y la guerra comercial que paraliza al mundo

En mayo, Trump aplicó impuestos aduaneros a unos US$200.000 millones en productos chinos que ingresan a Estados Unidos. Incluso, amenazó con imponer tarifas a US$300.000 millones adicionales de importaciones.

Desde Pekín, Xi Jinping respondió de inmediato con un progresivo aumento de los aranceles a productos estadounidenses, que cubren desde junio casi US$110.000 millones sobre un total de US$120.000 millones de importaciones.

Y aunque la mayoría de los líderes apostarán a elaborar (y firmar) un texto de consenso, unidad y progreso, es probable que aquella bandera blanca que flameó en Buenos Aires no llegue a izarse esta vez por las tensiones que acumulan las principales potencias comerciales.

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La incertidumbre sobre la cumbre entre los máximos mandatarios de Estados Unidos y China se elevó en las últimas horas: antes de viajar hacia Osaka, Trump endureció el tono de su discurso y aseguró que Xi Jinping quiere un acuerdo comercial porque su economía se está debilitando.

"La economía de China se está viniendo abajo, por eso quieren llegar a un acuerdo", disparó Trump en una entrevista con Fox Business News, en tanto mencionó al conflicto con Irán como un factor no determinante, pero sí a tener en cuenta.

La cumbre entre Trump y Xi Jinping, el plato fuerte del G20 y la guerra comercial que paraliza al mundo

La actual crisis con la república islámica se acrecentó en la última semana, luego de que que las fuerzas militares iraníes derribaran un dron de vigilancia estadounidense, exacerbando la tensión en el Golfo que comenzó el año pasado cuando EE.UU. se retiró del acuerdo nuclear multilateral con aquel país.

Incluso, Trump sorprendió al mencionar también una posible “guerra corta” con Irán, uno de los principales aliados comerciales de China, a quien le exportan la mayoría de su petróleo.

Aunque remarcó que no está en sus planes (suspendió una respuesta militar luego del incidente con el dron), aclaró que un eventual enfrentamiento armado "no duraría mucho" porque ni siquiera habría movilización de tropas hacia territorio enemigo.