La disputa entre la Casa Rosada y el gobierno porteño por las clases presenciales está lejos de terminar. Por el contrario, el fallo de la Corte Suprema que le dio la razón a Horacio Rodríguez Larreta sólo abrió más capas del abanico. Mientras el oficialismo busca aprobar en el Congreso su proyecto de ley para que las medidas sanitarias como la suspensión de clases sean irrefutables, desde la Ciudad preparan una estrategia de defensa.

Hay un artículo de la resolución del máximo tribunal en el que Larreta y su equipo depositaron su confianza. “La Corte Suprema de Justicia destaca que no analizará el instrumento jurídico del DNU y, aunque la suspensión de clases se hubiera hecho por ley formal del Congreso de la Nación, la decisión respecto de que se ha vulnerado la autonomía de la Ciudad se mantendría incólumne”, expresa dando a entender que aun ante una decisión formal del Congreso, la Ciudad conservaría su autonomía para decidir.

Larreta sentó su posición públicamente esta mañana: “No estamos de acuerdo con la atribución de superpoderes. El fallo de la Corte es contundente respecto de la autonomía de la Ciudad”. Desde la Cámara Baja algunos diputados de la oposición ya sentaron la postura del espacio. “El Poder Ejecutivo no solo pretende cerrar aulas. Quiere que el Congreso vote una delegación de facultades que es inconstitucional. Quiere avasallar la división de poderes y la autonomía de las provincias y la CABA”, dijo Mario Negri, jefe del interbloque de Juntos por el Cambio.

Otro que agregó sus críticas fue Waldo Wolff, legislador que acompaña a Negri. “(El objetivo) Es delegarle por los próximos siete meses el manejo absoluto de la pandemia (a Fernández). Esto de creer que nos cuidan por encima de nosotros mismos es una gran mentira. Se están cuidando ellos y están haciendo un caballo de troya para esconder su incapacidad”. 

En otro plano, pero bajo la misma tensión, figura un segundo foco de conflicto entre Nación y Ciudad: la coparticipación, que también recayó en la Corte Suprema. El próximo 26 de mayo habrá una audiencia formal entre ambas gestiones, pero antes se reunirán Martín Guzmán y Wado de Pedro, ministros de Economía y del Interior respectivamente, con Larreta, en pos de acordar los parámetros de la conciliación ante los jueces supremos. 

Está a la vista que las gestiones de la Ciudad y de la Casa Rosada aún no cerraron sus discrepancias y, de un lado y del otro, hay pulidas estrategias para no caer en la derrota. El proyecto de ley para que el Presidente establezca las restricciones se encuentra en el Senado, en donde se aprobaría la semana que viene sin problemas por la mayoría peronista. Luego, el debate pasará a Diputados. Allí, la diferencia es más pequeña y todo puede pasar. Por las dudas, el gobierno porteño ya prepara los pasos a seguir.