El titular del Banco Central, Miguel Pesce, anunció que en dos semanas finalizará la auditoría interna para conocer el flujo financiero durante la gestión de Mauricio Macri. La sospecha del Gobierno es que la gran mayoría de la deuda adquirida en los cuatro años de Cambiemos fue a engrosar la fuga de capitales. 

Había sido uno de los adelantos del domingo, cuando Alberto Fernández inauguró la sesiones ordinarias el Congreso. El Presidente anticipó la misión encargada a Pesce para conocer el destino de los dólares que llegaron al país en calidad de títulos de deuda, y del préstamo con el Fondo Monetario Internacional. "Debemos saber lo que pasó, quiénes permitieron que suceda y quiénes se beneficiaron con esas prácticas", expresó.

A su vez, anunció el "nunca más" a la deuda. "Nunca más a un endeudamiento insostenible. Nunca más a la puerta giratoria de dólares que ingresan por el endeudamiento y se fugan dejando tierra arrasada a su paso".

Los números finales se sabrán, en teoría, a partir del 15 de marzo, según los plazos dio el titular del Central. Desde algunos sectores del Frente de Todos manejan que la deuda pública externa ascendió a 103.808 millones de dólares durante la gestión de Macri. Y la "formación de activos externos del sector privado no financiero", otra manera de llamar a la fuga de capitales, que registra el Banco Central fue de 88.371 millones de dólares.

Cafiero y la defensa de Juntos por el Cambio

A las palabras del jefe de Estado la siguieron las principales piezas del Gabinete Nacional. El jefe de gabinete Santiago Cafiero apuntó contra la responsabilidad de Macri. "Macri pensó que su pago a los fondos buitres era su ticket de entrada al primer mundo y nos llevó al endeudamiento irresponsable", dijo, en diálogo con El Destape Radio, y agregó que "el informe va a estar en 15 días. Los argentinos debemos saber qué sucedió con los recursos ¿dónde está esa plata? En puentes y en infraestructura no está, claramente".

"Una parte pudo haber ido a refinanciar deuda existente, pero otra parte fue claramente creación de activos en el extranjero, en castellano, fuga", completó Cafiero.

Ante la acusación, desde la oposición vuelven a responder con el mismo mensaje: cada deuda que se recibió fue a pagar deuda del Gobierno. Lo dicen los allegados a Macri, quienes remarcan que "no van a encontrar nada" y los propios legisladores de Juntos por el  Cambio.

"Las raíces de la insostenibilidad de la deuda deben buscarse más en las causas de la "anomalía argentina" que en el "sobre-endeudamiento". El Gobierno debería esbozar su plan de estabilización y crecimiento y las reformas fiscales prioritarias", justificó el legislador Luciano Laspina, del Pro.

Foco en la renegocación

Más allá de la posible, o no, responsabilidad de la administración de Cambiemos por la "fuga de dólares", la auditoría del Central tratará que los resultados le den otro espaldarazo a la misión de Martín Guzmán en Economía: negociar la deuda con los acreedores privados y el Fondo.

Es que desde el Gobierno argumentan que la exposición de la "bicicleta financiera" serviría para que los bonistas bajen sus pretenciones en la reestructuración. "Ganaron bastante durante esos años, ahora deberán ceder un poco", es el argumento que sostienen desde la cartera de Economía y que repitió, varias veces, el mentor de Guzmán, Joseph Stiglitz.

En caso de constatar la "fuga", la disputa con el Fondo también adquiere otro nivel. Con el mismo argumento que Cristina Kirchner, el Gobierno pretende mostrar que el préstamo a la Argentina incumplió el artículo V, inciso A, del estatuto del organismo internacional. Allí se explica que ningún país podría hacer frente a los dólares prestados ante "una salida considerable de capital".