La exclusión de jubilados y pensionados del anuncio de las medidas económicas de Mauricio Macri causó un alto revuelo, sobre todo en las redes sociales. De acuerdo a lo que consignaron el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, y su par de Desarrollo Social, Carolina Stanley, este sector va a recibir el “aumento propio de la movilidad” en septiembre.

Se trata de un incremento que reciben cuatro veces al año a partir de la ley de Movilidad Jubilatoria que se calcula en base al Índice de Precios del Consumidor del Indec, es decir, la inflación oficial. A partir de esto, se estima que este sector empata, año a año, como mínimo a la suba de precios generalizada.

“Los jubilados que pagan el Impuesto a las Ganancias entran, al igual que los trabajadores en relación de dependencia, en la suba del mínimo”, explicó Stanley.  Sin embargo, son los menos. A febrero de este año se calculaba que solo el 1,5% del total de los jubilados, poco más de 100.000 beneficiarios, pagan este gravamen.

En contraposición, casi el 50% de los jubilados y pensionados (2,8 millones) del país cobran la mínima, que hoy es de 11.528,44 y, en septiembre, con el aumento del 12,2%, será de $ 12.937,22.

De acuerdo a números de la Anses, otro 16% percibe más de uno y menos de dos haberes mínimos; un 10%, dos haberes mínimos —$23.056 brutos—; y el 25% restante supera los dos haberes mínimos. En este último grupo se ubica ese 1,5% de los que pagan Ganancias.

A pesar de la Ley de Movilidad Jubilatoria, se estima que el incremento del ingreso de los jubilados y pensionados quedará, este año, debajo de la inflación anual. Si bien estaba estimada en un 40% por el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), especialistas y economistas prevén (por la devaluación del peso de los últimos días) una suba de 10% más.

Más allá de que la suba en los primeros nueve meses del año, contando el de septiembre, alcanza un 38,9% (frente a un 22,4% de inflación en junio) no alcanza para compensar la pérdida del poder adquisitivo desde el cambio de la fórmula del haber jubilatorio.

Incluso, la Defensoría de la Tercera Edad difundió un informe donde calculó que, para abril de este año, la canasta básica (vivienda, alimentos, servicios y medicamentos) para un jubiladoera de $30.500.

En este marco, Stanley llevó tranquilidad y aseguró que “respecto a los medicamentos, al igual que en todos los rubros, desde la Secretaria de Salud y PAMI se convoca a distintos actores de la salud para ponernos de acuerdos en premisas básicas para que no haya desabastecimiento”.