Rusia lanzó en la madrugada de este viernes una ofensiva masiva sobre varias ciudades de Ucrania que provocó al menos cuatro muertos y casi medio centenar de heridos. "Atacaron casi todo el país", repudió en las redes sociales el presidente Volodimir Zelenski.

"Fueron alcanzadas casi todas las regiones: Volinia, Leópolis, Ternópil, Kiev, Sumi, Poltava, Jmelnitski, Cherkasy y Cherníguiv", escribió el mandatario ucraniano junto a varias fotografías de zonas residenciales afectadas por los bombardeos, efectuados con más de 400 drones y 40 misiles.

"Algunos misiles y drones fueron interceptados, pero otros no", se lamentó Zelenski antes de sentenciar: "Rusia debe pagar por esto". 

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"Ahora es exactamente el momento" en el que Estados Unidos, Europa y otros países del mundo deben "parar esta guerra juntos mediante la presión sobre Rusia". "Si alguien no ejerce presión y le da más tiempo a la guerra para matar gente, esto es complicidad y responsabilidad", subrayó.

En las últimas semanas, el líder ucraniano ha hecho repetidas y veladas alusiones a la falta de medidas de la administración del presidente Donald Trump para forzar a Rusia a aceptar el alto el fuego que piden Kiev, sus socios europeos y la propia Casa Blanca.

El de las últimas horas fue el primer ataque masivo combinado con drones y misiles, incluidos balísticos, que lanza Rusia, después de que una operación ucraniana destruyó decenas de aeronaves de la aviación militar rusa el pasado domingo.

El Kremlin calificó este viernes de "existencial" su guerra con Ucrania. "Para nosotros, se trata de nuestros intereses nacionales, de nuestra seguridad, de nuestro futuro y el de nuestros hijos", declaró a la prensa el portavoz Dmitri Peskov.