En medio de los intentos por abastecer a los habitantes de la Franja de Gaza, hubo 31 muertos y más de 150 heridos este domingo tras un ataque a un grupo palestino que se dirigía a un centro de distribución de ayuda humanitaria en Rafah, al sur del enclave. Medios internacionales aseguraron que las fuerzas israelíes dispararon contra la multitud, a casi un kilómetro desde el centro en cuestión, pero el Ejército de Benjamin Netanyahu negó la acusación.

El episodio se tornó confuso luego de que los militares del Estado judío remarcaran que sus fuerzas no fueron quienes protagonizaron el ataque contra civiles cerca o dentro del sitio en cuestión. 

Incluso, un funcionario de ese país, que habló bajo condición de anonimato, dijo que las tropas efectuaron tiros de advertencia a varios sospechosos que avanzaban hacia ellos.

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En tanto, horas después difundieron que desde ese mismo sector habían "eliminado a docenas de terroristas" y "desmantelado aproximadamente 100 objetivos de infraestructura terrorista" en Jan Yunis, que de todas formas se encuentra a unos 10 kilómetros al norte de Rafah.

Con todo, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reveló a la BBC: "Todos los pacientes dijeron que habían estado tratando de llegar a un sitio de distribución de ayuda".

"La distribución de la ayuda se ha convertido en una trampa mortal", expresó en un comunicado Philippe Lazzarini, director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, según comunicaron en el mismo medio británico. 

Antes de esto, 17 personas murieron tratando de llegar a los centros de ayuda, según Zaher al-Waheidi, director del departamento de registros del ministerio de Salud palestino.

En otra zona de Gaza, multitudes de civiles desesperados por el hambre se abalanzaron sobre los camiones de ayuda humanitaria, informó el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.