Hace varios meses que el expresidente uruguayo José "Pepe" Mujica atraviesa un delicado estado de salud. En las últimas horas, su esposa, Lucía Topolansky, contó que su marido recibe "cuidados paliativos" en el marco de una fase terminal de un cáncer de esófago. "Estamos haciendo lo necesario para que viva este último pasaje de su vida lo mejor posible", reveló.

"Yo estoy hace más de 40 años con él y voy a estar hasta el final. Eso fue lo que le prometí. Ahora tratamos de reservar la intimidad de nuestra familia, pero con un personaje como Pepe es casi imposible", señaló, en diálogo con la radio local Sarandí.

En abril de 2024, el exmandatario de 89 años anunció que tenía un tumor, el cual se había expandido a otros órganos y que -por su edad- resultaba imposible continuar con un tratamiento tan agresivo.

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"No me cabe ni un tratamiento bioquímico, ni la cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta", había contado Mujica en aquel entonces, al tiempo que esclareció: "Sinceramente, me estoy muriendo. El guerrero tiene derecho a su descanso".

El pasado fin de semana, el expresidente no fue a votar en el marco de las elecciones departamentales y municipales. Esto generó cierto ruido, que fue atenuado con las declaraciones de Topolansky.

Mujica mantuvo una participación activa en todos los procesos electorales, incluso cuando ya la salud lo tenía a maltraer. Por ejemplo, en la votación presidencial del año pasado acudió a las urnas en silla de ruedas durante la primera vuelta y con un bastón en el balotaje.

"La médica recomendó que no fuera", valoró la esposa del expresidente uruguayo. Por su parte, el presidente Yamandú Orsi visitó a Pepe el pasado viernes y también fue testigo del empeoramiento: "Todos debemos aportar. Está en un estado delicado, no puede moverse y estamos entre todos tratando de cuidarlo".