El presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, confirmó este domingo la intención del país nórdico de ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Esta decisión, cabe aclarar, deberá ser previamente ratificada por el parlamento finlandés.

Sorpresivamente, Finlandia está un paso más cerca de entrar en la OTAN. El anuncio se da en medio de las presiones por parte del gobierno de Vladimir Putin, el cual ha asegurado que abandonar la postura de neutralidad que el país ha mantenido durante décadas sería "un error".  

Mediante una conferencia de prensa conjunta, el presidente Sauli Niinistö, miembro de la Coalición Nacional (liberales), y la primera ministra, la socialdemócrata, Sanna Marin, afirmaron que, con esta decisión, su país inicia hoy un camino hacia “una nueva era”. No obstante, los líderes de los partidos mayoritarios en la política finalandesa resaltaron que la iniciativa debe ser ahora ratificada por el Parlamento, al que instaron a debatir de manera "determinada y responsable". Es importante resaltar que todas las representaciones parlamentarias dieron su venia para avanzar con el ingreso a la OTAN, a excepción de la Alianza de Izquierdas, que hasta el momento no ha emitido un pronunciamiento. 

También, las autoridades finlandesas fueron enfáticas en ratificar que la invasión de su vecino Rusia a Ucrania es la razón fundamental de este cambio geopolítico que los líderes tildaron de "histórico".

¿Por qué ahora y no antes? 

Mientras que otros países nórdicos como Noruega, Dinamarca e Islandia fueron miembros originales de la alianza, Finlandia no se unió al pacto por razones históricas y geopolíticas. Este país nórdico se declaró independiente de Rusia en 1917 tras la revolución bolchevique, adoptó una postura neutral en materia de política exterior durante la Guerra Fría, negándose a alinearse con la Unión Soviética o Estados Unidos. 

Para Finlandia, esto resultó difícil, ya que compartía una enorme frontera con una superpotencia militar y autoritaria. Para mantener la paz, los finlandeses adoptaron un proceso que algunos llaman "finlandización", en el que los líderes mantenían cierta autonomía aunque accedían a las demandas soviéticas de vez en cuando. 

Con el colapso de la Unión Soviético se redujo la "imparcialidad". Finlandia entró en la Unión Europea en 1995 y alineó gradualmente sus políticas de defensa con Occidente, aunque desde entonces evitó entrar formalmente en la OTAN para no complicar sus relaciones con su potente vecino.

¿Qué implica entrar a la OTAN? 

La razón principal por la que la mayoría de los países se unen a la OTAN es el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, que estipula que todos los firmantes consideran que un ataque contra uno es un ataque contra todos.

El artículo 5 ha sido la piedra angular de la alianza desde que se fundó la OTAN en 1949 como contrapeso a la Unión Soviética. En gran medida, el mayor incentivo que tienen los países miembros a la hora de ingresar a esta alianza es la capacidad de contar con el ejército de Estados Unidos para defenderte ante una amenaza extranjera. 

Podría pensarse que el objetivo del tratado, y del artículo 5 en concreto, era disuadir a los soviéticos de atacar a las democracias liberales que carecían de fuerza militar. El mencionado artículo 5 garantiza que los recursos de toda la alianza (incluido el poderoso ejército estadounidense) pueden utilizarse para proteger a cualquier nación miembro, como los países más pequeños, que estarían indefensos sin sus aliados.

Esta es una clave a la hora de pensar la política militar y administrar los presupuestos de los gobiernos. Islandia, por ejemplo, no tiene ejército permanente. Si bien es cierto que por su carácter insular es difícil que sea atacado, también es cierto que en caso de serlo dispondía del apoyo militar de otras naciones más poderosas, como Estados Unidos, Francia y Alemania. 

La guerra en Ucrania empuja a Finlandia a la OTAN

Turquía y Rusia, dos objeciones sobre el ingreso de Finlandia a la OTAN

El eventual ingreso de Finlandia a la OTAN supondría poner fin a casi ocho décadas de no alineamiento militar. No obstante, la voz opositora ha llegado desde Turquía, cuyo gobierno encabezado por Recep Tayyip Erdogan expresó preocupaciones al asegurar que el gobierno finlandés (y también el sueco) alberga a organizaciones que considera "terroristas"

Este domingo, el presidente finlandés se mostró dispuesto a dialogar con su homólogo turco para limar asperezas y desde la OTAN expresaron confianza en que las barreras planteadas por Ankara puedan ser superadas. El proceso podría durar varios meses, aunque dada la crisis que atraviesa Europa por el conflicto con Ucrania, muchos consideran probable una aprobación "express" para Finlandia. 

Por otro lado, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió el sábado a su homólogo finlandés que las relaciones entre ambos vecinos podrían verse “afectadas negativamente” si Finlandia sigue adelante con los planes de ingresar en la OTAN.