En una elección fuertemente polarizada y con una gran tensión social, no sólo está en debate quién estará al frente de la Casa Blanca por los próximos cuatro años. También se pondrán en disputa la cámara baja y un tercio de los escaños del Senado que podría alterar su mayoría actual.

En la Cámara de Representantes la mayoría demócrata está prácticamente asegurada. El sitio RealClearPolitics le otorga 209 a los actuales opositores frente a 182 republicanos con 44 bancas en juego pero una amplia ventaja del partido de Biden.

La verdadera batalla está en el Senado donde se renuevan 33 lugares y los demócratas sueñan con arrebatarle la mayoría a los republicanos. La Cámara Alta es un lugar de enorme importancia ya que aprueba a los jueces de la Corte Suprema, como ocurrió con Amy Baron Cohen. A su vez es la instancia que tiene el poder o no de llevar adelante un impeachment contra el presidente norteamericano.

La mayoría republicana en el Senado le permitió a Trump avanzar en una reconfiguración conservadora del máximo Tribunal y bloquear todas las iniciativas opositoras en su contra por sus distintos escándalos.

La pelea según los sondeos es cabeza a cabeza. Actualmente RealClearPolitics apunta que la pelea está en 46 para el oficialismo y 45 para la oposición con 9 bancas en juego. Y, en una proyección repartiendo todos los lugares en juego, da un empate de 50 a 50. 

Allí nuevamente tendrán un peso determinante los llamados "estados pendulares" como Arizona, Minnesota y Georgia que podrían inclinar para uno u otro lado la balanza. Como todo en esta elección, lo sabremos recién a último minuto.