En un fin de semana en que el recrudecimiento de las batallas entre Israel e Irán marcaron el pulso y dejaron a su paso destrozos, muertos y heridos, el papa León XIV pidió rezar por la paz en Oriente Medio, Ucrania y el mundo este domingo, durante el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, desde donde hizo un enérgico llamado al fin de los conflictos bélicos.

El líder de la Iglesia católica instó a la comunidad internacional a "intensificar sus esfuerzos para proporcionar al menos la asistencia esencial a la población, gravemente afectada por la grave crisis humanitaria". Concluyó esa parte de su mensaje con un llamado global: "Sigamos rezando por la paz en Oriente Medio, en Ucrania y en todo el mundo".

Ante miles de fieles reunidos a pesar del calor del verano europeo, el Sumo Pontífice destacó la necesidad de construir caminos de reconciliación. Además, señaló al deporte como una "escuela de respeto y lealtad que hace crecer la cultura del encuentro y de la fraternidad", y un estilo de vida que debe oponerse a "toda forma de violencia y opresión".

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En su alocución, expresó además su preocupación por la situación en Myanmar, donde a pesar del alto el fuego, persisten los combates que han afectado incluso infraestructuras civiles: "Hago un llamamiento a todas las partes para que emprendan el camino del diálogo inclusivo, el único que puede conducir a una solución pacífica y estable".

Asimismo, León XIV se refirió a la "terrible masacre" ocurrida en Nigeria en la noche del 13 al 14 de junio, en la localidad de Yelwata, en el Estado de Benue. Recordó que unas 200 personas fueron asesinadas "con extrema crueldad", la mayoría de ellas desplazados internos acogidos por la misión católica local. 

"Rezo para que la seguridad, la justicia y la paz prevalezcan en Nigeria, un país amado y tan afectado por diversas formas de violencia. Y rezo de manera especial por las comunidades cristianas rurales del Estado de Benue, que han sido incesantemente víctimas de la violencia", manifestó.

El Pontífice también dirigió su pensamiento a la República de Sudán, "devastada por la violencia desde hace más de dos años", y lamentó la muerte de Luke Jumu, párroco de El Fasher, víctima de un bombardeo. "Al tiempo que aseguro mis oraciones por él y por todas las víctimas, renuevo mi llamamiento a los combatientes para que se detengan, protejan a los civiles y entablen un diálogo por la paz", enfatizó.