Una serie de lluvias continuas y torrenciales, acompañadas de crecidas en ríos y arroyos, provocó brutales inundaciones en el sur de China que llevaron a la evacuación de más de 80.000 personas en las últimas horas. Hasta el momento se contabilizan al menos tres muertos y 300.000 damnificados.

Los dos distritos de la provincia de Guizhou más afectados son Rongjiang y Congjiang, donde más de 48.900 y 32.000 habitantes -respectivamente- debieron abandonar sus hogares temporalmente. En este contexto, en ambos casos se elevó al nivel más alto la escala de emergencia que activa el protocolo de respuesta.

Parte de las consecuencias del agua fuera de control en las calles chinas (Video: NA).

El distrito rural de Rongjiang experimentó fuertes tormentas a partir de la noche del pasado lunes, con una sección del río Duliu que superó el límite de alerta por 6,68 metros a las 14 del martes. El campo de fútbol del estadio local quedó sumergido bajo tres metros de agua.

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En Huaiji, provincia de Cantón, se registraron más de 300.000 afectados después de que las precipitaciones provocaran anegamientos y acumulación de agua de varios metros de profundidad, que dejaron la mitad de las carreteras locales intransitables. Las imágenes difundidas por la televisión estatal mostraron calles cubiertas de barro y a los vecinos trabajando para liberar las zonas.

Los equipos de socorro y rescate, incluidos bomberos y voluntarios, desplegaron botes y otros equipos para asistir a las personas atrapadas en las distintas áreas del lugar.

Asimismo, el departamento de emergencias de la provincia damnificada envió por tren de alta velocidad y por caminos vehiculares despejados unas 30.000 botellas de agua potable y 10.000 tazones de fideos instantáneos para ayudar a paliar la situación de desastre.

En Guizhou hubo corrimientos de tierra provocados por las lluvias, los cuales causaron el colapso de parte de un puente en una autopista en el distrito de Sandu. 

Las intensas tormentas azotan desde comienzos de esta semana a varias regiones del centro y sur del gigante asiático, donde se repiten las escenas de desesperación.