La diputada Elisa Carrió suele sorprender e incomodar a los enemigos con sus declaraciones y denuncias. Pero también, con mayor frecuencia que antes, expone y abre el fuego amigo entre los propios integrantes de Cambiemos.

¿Qué ocurrió ahora? La legisladora, sin titubeos, le pidió explicaciones al jefe de Gabinete, Marcos Peña, por los aumentos en las tarifas de los servicios. Es decir, propinó un golpe al corazón del proyecto económico del gobierno y, de paso, le hace el juego a la oposición que intenta despertarse y marcar la agenda con una iniciativa encabezada por Cristina Kirchner.

En este escenario, un sector del Círculo Rojo, que ayer tuvo su cena exclusiva del CIPPEC, alerta por las consecuencias que podría provocar en el Presidente las declaraciones y el accionar de Lilita junto al radicalismo y observa a un Macri desconcertado y con el apoyo incondicional de su mesa chica.

En su columna en La Nación, el periodista Carlos Pagni fue contundente: "El Presidente está en offside”. "Macri está sometido a la ley del offside y queda solo, junto a su equipo de gobierno, en la defensa de la estrategia de normalización económica”, apunta.

Además, Pagni hizo énfasis en los riesgos que puede correr el Gobierno de enfrentar los ajustes sin el aval de los propios de Cambiemos y avanzar hacia la "normalización de la economía”, que consiste en las subas en los servicios como una especia de "sinceramiento” de la economía, según apuntan los mismos funcionarios.

En otro orden, el periodista de La Nación observó también que la jugada de Servini de Cubría de intervenir el PJ Nacional y nombrar a Luis Barrionuevo al frente del partido fue un golpe hacia la Casa Rosada. ¿Por qué? La histórica mala relación del líder gastronómico con el Presidente.

"A Barrionuevo no lo están vigilando de la AFI como corresponde porque nadie le aviso a Macri que él iba a ser el interventor”, señaló Pagni.

En definitiva, hay una pata del Círculo Rojo que ve a un Macri que se entera tarde de las noticias. Que no puede controlar la agenda a su gusto y pierde batallas que pensaba ganar, como su premisa de tener a un peronismo a su gusto para allanar su camino hacia las elecciones de 2019.