Hace un año exacto, mismo día en la fecha en un borde de la computadora, salí a la vereda a descansar la cola de la silla dura del bar. Me quedé mirando un árbol con hojas muy grandes, como si no fueran de verdad. Las hojas de las ramas del piso eran mucho más grandes que las ramas altas. Me pareció que el orden superior no le había querido dar pelea a la ley de gravedad, que era mejor que las hojas grandes estuvieran abajo.

Vi que alto en el árbol se movía algo. Era una mona. La llamé y vino, comia una banana. Me pareció una mona fantástica y le pregunté si quería ser mi novia. Como me dijo que sí, estoy de novio hace un año. Pienso que es tiempo suficiente para que escriba con un poco de autoridad unas instrucciones para ser el novio perfecto y, de paso, dejo de hablar un poco de politica en esta columna, porque es un tema que agota si uno abusa de tanto defender al gobierno.

Instrucciones para ser un novio perfecto

Uno

Alquilás, no compraste, me dijo Nicolás Pechersky en La Biela, porque le sale más fácil lo inmobiliario que el budismo. Pero es lo mismo: uno está de novio, no tiene novia. La escritura es camelo, el registro civil ni te digo. Sí es provisorio y día a día la cosa se pone up y se va para abajo cuando te ponés medio Garfield.

Dos

Peditos todo bien.

Tres

Es preferible ser pollerudo de una novia que de los amigos que pretendés que no te vayas de un asado donde están contando las mismas cuatro anécdotas de siempre y se hacen bully y se dicen “eh, puto”.

El verdadero vaquero se dirige donde quiere estar, en este caso sopita y a la cama a toda velocidad.

Cuatro

Sin embargo, el novio perfecto no tiene que romper los huevos bajo ningún punto de vista cuando su novia o novio sale por ahí. En todo caso, sí puede hacer un poco de lobby suave a ver si más tarde le tocan el timbre.

A no molestar se aprende y hay que pedir consideración por estar tratando, pero hay que tratar de verdad. El otro día en el cumpleaños de Robledo uno me dijo que está de novio hace ochos años con otro y que la única es no romper los huevos. Me pareció que es muy fácil y que estoy muy lejos de ahí.

Cinco

Después de haber sido el principe de Mónaco de las reservas en los restaurantes ricos y cancheros, es probable que la cosa decaiga y el mismo señor esté más para comer dos de muzza. Tiene que volver el prince que dedica un rato a la tarde a ver a dónde sería lindo ir cuando se arregla una salida.

Impresionante cómo tira para arriba recuperar la iniciativa en este tema y el efecto Gamexane de no hacerlo.

Hay lugares lindos para todas las realidades: ocúpese, dedique tiempo, póngase en modo cita.

Seis

El novio comprometido va abandonando la conducta adolescente de acariciarse cuando está solo.

Siete

Una vez le escribí unas instrucciones a mi hijo, Gordo Anchoa, en las que le decía que las chicas quieren que las escuchen. Todavía no habia arrancado el deconstructing.

La realidad es que escuchar es increible, porque es el primer paso para entenderte, para enterarte de lo que carajo pasa. Cuando escuchás es un momento increíble porque estás callado.

Ocho

Sexo con amor y malas palabras.

Nueve

Es clave detectar qué le provoca a la novia un pequeño subidón de endorfinas y proveer de manera intermitente, pero habitual y sostenida. Si le caben las harinas hay que caer con una porción de torta una vez por semana, mínimo.

Diez

Hay que elegir dos tareas domésticas que sumen bastante y a uno le jodan poco y dejar el sillón con toda fiaca pero con decisión para colaborar con el orden.

Una buena idea es especializarse en hacer la cama y en lavar los platos.

Hacer la cama con dedicación es una tarea muy placentera. Vas tirando de todos lados, hacer que una sábana no tenga arrugas te da un sentido de progreso en la vida, la cama queda perfecta y vos jugás a que te estás quedando en un hotel bueno.

El secreto de lavar los platos es mucho detergente, agua bien caliente y fregar concentrado en lo que se frota. Lo aprendí de mi suegra. A los suegros siempre hay que quererlos porque son los padres del treasure.