Es una de las referentes ineludibles del movimiento feminista en los medios de comunicación. Ingrid Beck, directora de la revista Barcelona, fue una de las impulsoras del movimiento #NiUnaMenos, inspirador de un colectivo de mujeres que están a días de lograr la ley para el derecho a la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Hablamos de eso, del aborto, de la salida de Vernaci de Radio con Vos, de los 15 años de la Revista Barcelona y de las Charlas Barcelona con periodistas estelares en el Konex.

En las calles ve una división de aguas muy marcada por la ley del aborto: de un lado están las pibitas empoderadas luchando con alegría por la conquista, mientras que del otro están les viejes vinagres, con mucha bronca, todo alrededor. A lo mejor sea eso que dicen que dijo Jauretche: "Conquistar derechos provoca alegría mientras que perder privilegios provoca rencor".


—Esta semana levantaron Black & Toc, el programa de la Negra Vernaci; vos trabajabas con ella. Preguntarte, ¿sensaciones?

—La sensación es de tristeza porque era un espacio hermoso, divertido. Para mí en lo personal y en lo profesional siempre es un placer absoluto trabajar con ella. Que me paguen para que alguien me dé clases. Y además era un espacio muy interesante para difundir temas de género, con mucha repercusión. Muy triste en relación al panorama de medios en general porque me parece se cierra otro espacio, se callan voces. Pasó lo que la Negra dijo al aire, no hay más misterios. Le dijeron que se tenía que ir Humberto y respondió que si se iba Tortonese ella también. Que fue un poco ponerle la pistola en la cabeza para que ella gatillara. Y se terminó el programa. Hoy no existe lugar seguro para ningún periodista. No hay lugar, en realidad. Se van cerrando puertas, se van apagando micrófonos. Vamos a tener que revisar un poco qué hacemos, repensar el oficio.

—Viviste algunos gobiernos en tus treinta y pico de años, ¿este es el momento más difícil para la prensa?

—Treinta años, si no parece que tengo más. Este es el peor momento que recuerde para el periodismo. En el menemismo, por ejemplo, había trabajo. El sistema de medios durante el menemismo era un poco más estable. Te diría que 2001 fue un momento de mierda también; para todos, no solamente para el periodismo. Pero de todos modos aún existía un sistema de redacciones que funcionaban. Hoy, por ejemplo, Barcelona viene naufragando, como siempre, pero cada vez un poco peor, cada año más difícil. Porque nosotros vivimos de nuestros lectores y los lectores no tienen plata para comprar revistas. Es una combinación de factores: hay una cuestión global respecto al periodismo, una manera de verlo que ya no existe más y además acá vivimos una crisis económica y del oficio. La distribución arbitraria de la pauta oficial, la intención que tienen los gobiernos de que haya sólo voces de un lado y no del otro. Un clásico argentino que está haciendo eclosión en este momento. Barcelona tiene muy poquita pauta del Gobierno Nacional. No tenemos ayuda de la Ciudad. Prácticamente de nadie. Somos lo que somos y tratamos de sobrevivir.

—¡Y sobrevivieron 15 años! Lo festejaron con una serie de entrevistas muy interesantes en el Konex: Charlas Barcelona. Daniel Hadad, Carlos Pagni, Beatriz Sarlo y Horacio Verbitsky. Dijiste en las charlas que todos contestaron rápido que sí. ¿Por qué creés que fue?

—Me parece que nosotros hacemos un medio muy serio. Y algo que no se había hecho antes. Inventar algo y hacerlo con seriedad no es poco. Y sostenerlo durante tanto tiempo es algo que la gente que está en el medio, también desde hace mucho tiempo, valora. Y somos consecuentes: nosotros nunca cambiamos de vereda y eso me parece que es respetable, por todos, inclusive por los que van cambiando de vereda. Cuando Carlos Pagni hacía las Charlas de Quincho en Ámbito Financiero nos quiso conocer, hace 15 años. Nos juntó Alejandro Rozitchner. No era entonces el Pagni que es hoy, tan estrella. Nos juntamos en Puerto Madero. Se sabía algunos títulos de Barcelona de memoria. Siempre fue un tipo súper interesante para escuchar, para tener un diálogo. No me acuerdo prácticamente nada de la charla, seguramente tomé porque era gratis y el periodismo sanguchero siempre aprovecha eso. Coincido con su mirada sobre el periodismo. Después que nos paremos en veredas opuestas para mirar algunas cuestiones de política, su manera de operar, es distinta de la que pienso que debería hacerse, pero me parece muy atendible. Eso que dice en la charla, por ejemplo, de que muchas veces en los medios hay operaciones, mentiras intencionales pero en otros casos hay omisión, autocensura, precarización; otras razones de por qué las notas no llegan a publicarse en las tapas. A veces es mucho más sencilla la explicación que esa mirada de teoría conspirativa de lectura de los diarios que se hace.

—¿Cómo fue la experiencia de las charlas? Debe ser difícil entrevistar a eses monstrues.

—Con el que me sentí más incómoda fue con Verbitsky porque es duro; yo lo conozco y está todo bien, pero es duro de entrevistar. Al principio le digo: "Bueno, Horacio, ¡me la vas a hacer remar!". Quizás un poco con Hadad porque era la primera, pero no porque fuera Hadad. Es el más exitoso hacedor de medios y es el único que está dando trabajo hoy. Ningún caso fue realmente incómodo porque ellos sabían a qué venían y nos habían dicho que sí, así que no había mucha posibilidad de que saliera mal. Muy contentos estamos con las entrevistas. La que más gente juntó fue la de Verbitsky porque en general hay como una tendencia a querer escuchar lo que piensa. No sólo la gente más progre, en general. Bastante puteadas recibimos por Hadad, Pagni, pero la verdad a nosotros no nos importa. Si te gusta de verdad el oficio, si estás interesado, es mucho más interesante entrevistar a alguien que no piensa como vos.

—¿Sale la ley para la Interrupción Voluntaria del Embarazo?

—El miércoles estuve en el último Plenario de Comisión para el tratamiento. La sala que habilitaron era muy chica así que estaba a full. Era un día importante. Yo lo veo posible. Creo que se va definir el 8 en el recinto. Igual que en diputados, que a las 7 de la mañana se perdía y después aparecieron los votos. Hay algunos que todavía no se decidieron en el Senado. Están partidas las aguas. Entre los que tienen una propuesta y los que no tienen nada, en realidad.

—Y buscan obstaculizar más que proponer. Explicame qué fue eso los dictámenes de mayoría y minoría.

—Fue una jugada bajísima. El Plenario se reunió para emitir un dictamen. Uno de mayoría y uno de minoría, para tratar en el recinto. Los que están a favor de la legalización habían llegado a un momento de consenso que es el mismo proyecto que vino de diputados con media sanción con algunas modificaciones. Tenían que juntar más votos que el dictamen de minoría para poder tener un dictamen de mayoría que se pueda discutir en el recinto. El problema es que si del otro lado no hay ningún dictamen, si no firman ningún dictamen de minoría, tenés que conseguir la mitad más uno de los votos en el plenario para poder tener un dictamen a discutir. Y ayer no se consiguió la mitad más uno. Sí había más votos que para cualquier otro dictamen, pero ese otro no existió. Van a buscar los senadores de todas maneras tratar el dictamen de consenso, no el que vino de diputados, porque ese es difícil que se vote. Se va a tratar la cuestión parlamentaria el 8 y si se mantiene el acuerdo político hay grandes posibilidad de que salga, y luego vuelva con las modificaciones a diputados para que el 23 de agosto sea ley. Las modificaciones que se hicieron fueron: incluir la objeción de conciencia para las instituciones privadas; despenalizar a los médicos que sean objetores de conciencia; bajar la cantidad de semanas de 14 a 12; poner un plazo para reglamentarla y crear un fondo para el financiamiento, que sale del Presupuesto Nacional, como, por ejemplo, la compra de Misoprostol. Sin dudas, es muchísimo mejor tener esa ley modificada que no tener nada como estamos hasta ahora. Sería un triunfo, claramente.

Reconozco claramente que estas pibas están haciendo historia. Pero me parece que la revolución es de todas y eso está buenísimo. Es una causa transversal a las edades, a la extracción social, a las ideas políticas, ¡las pioneras de la campaña tienen 90 años!

—A mi me gusta la frase de Luciana Peker “La revolución de las hijas”, me parece que representa bien esa cosa emocionante de pibitas con los pañuelos verdes y el glitter.

—Son hijas del #NiUnaMenos un poco. Me gusta la definición de Luciana pero por otro lado también siento que me quedo afuera. Es mía también la revolución. Reconozco claramente que estas pibas están haciendo historia. La juventud está toda a favor y están movilizadas y son las que están llenando más las calles. Pero me parece que la revolución es de todas y eso está buenísimo. Es una causa transversal a las edades, a la extracción social, a las ideas políticas, ¡las pioneras de la campaña tienen 90 años! Y están haciendo la revolución también. El dato político de estos años es el movimiento de mujeres como actor político importante, transversal, horizontal, sin conducción.

—Es difícil para la dirigencia política encuadrar el movimiento, ningún sector puede decir representarlo.

—Si la dirigencia no la ve, va a haber un montón que no van ser elegidos nunca más. Sumale que en ese enorme movimiento hay un gran porcentaje de pibas jóvenes. En ese sentido me parece que el Gobierno sí la vio. Ahora no, pero cuando Macri habló del aborto en la Asamblea Legislativa fue algo así como "bueno, lo hacemos nosotros porque sino lo va a agarrar la oposición". Y ahora si no sale va a ser un costo para el Gobierno, claramente.

—Veo una cosa linda de alegría en las marchas, de celebración.

—Sí, es más alegre conquistar un derecho que reclamar que no nos maten más. La virtud del movimiento de mujeres es sostener la lucha desde hace muchísimo tiempo. El hito del #NiUnaMenos fue muy importante para mostrar ese actor político en la calle. Y ese fue a su vez el puntapié inicial para seguir movilizadas para llegar a este momento en el que se habla de feminismo sin tantas estigmatizaciones misóginas como hace unos años. Igual conquistar un derecho es una pelea, sólo que se está llevando adelante esa pelea con alegría. Y del otro lado sólo hay gente muy enojada.

Cuestionario Flotante

¿Qué te olvidás de comprar cuando vas al supermercado?

—No hay nada en particular que me olvide pero siempre me olvido de algo.

Algo para recomendar que hayas visto recientemente en Netflix.

Nanette [un stand up de la artista australiana Hannah Gadsby]. Me encantó, me rompió la cabeza.

Ensalada ideal para acompañar un bife.

—Rúcula y parmesano, y tomate.

Músico o disco para recomendar en Spotify.

—Sergio Mendes.

En qué juzgado federal te gustaría que caiga una causa tuya.

—Rafecas.

Si tuvieras que elegir un personaje de Los Simpson para naufragar en una isla desierta, ¿cuál elegirías?

—Lisa.

La charla por los quince años de Barcelona que más te gustó hacer.

—Pagni, porque fue con el que más aprendí.

Tu contratapa de Barcelona favorita.

—La primera contratapa sobre aborto que hicimos, agujas de tejer hechas cruz.

Emoji que más usas.

Ingrid Beck: "De un lado está la conquista de un derecho con alegría y, del otro, gente muy enojada"

—Tu tapa de Barcelona favorita.

—Sigamos con el mismo tema: Aborto. "Cada vez más mogólicas se dejarían violar amparándose en una ley blanda". Impedían interrumpir el embarazo a dos chicas con síndrome de down que habían sido violadas. Por supuesto, no se enojaron porque no las dejaban interrumpir el embarazo, si no porque decíamos "mogólicas".

Ingrid Beck: "De un lado está la conquista de un derecho con alegría y, del otro, gente muy enojada"
Ingrid Beck: "De un lado está la conquista de un derecho con alegría y, del otro, gente muy enojada"