Juan Schiaretti había sido el único gobernador que no suscribió la solicitada de los gobernadores en apoyo al decreto de Alberto Fernández. Fue una jugada para mostrar autonomía y mantener el equilibrio entre su relación con el gobierno nacional y un electorado con un fuerte sesgo antikirchnerista.

Sin embargo, esa situación parece haber cambiado en las últimas semanas con algunos acercamientos entre las partes. Los cuatro guiños:

1. Ante la expansión de los incendios que destruyeron más de 300 mil hectáreas en la provincia, el gobernador agradeció al gobierno nacional el envío de recursos para combatir las llamas tanto en fondos como en brigadistas y fuerzas.

2. En uno de los gestos más importantes, Schiaretti formó parte del público -virtual- del acto por el 17 de octubre organizado por la CGT y cuyo único orador fue Alberto. El empoderamiento de AF al frente del justicialismo (sin CFK) podría ser uno de los elementos de atracción.

3. Apenas unos días después del acto por el Día de la Lealtad, el gobernador cordobés volvió a mostrarse en el acto por el Acueducto Provincial con Alberto Fernández y Omar Perotti.

4. Si bien los diputados por Córdoba reclaman una ampliación de los fondos para subsidios al transporte (aún mayor a la presentada ayer por 7 mil millones), todo indica que los legisladores que responden al gobernador acompañarán con su voto la aprobación en la Cámara Baja del proyecto de Presupuesto 2021.

En caso que Cambiemos no respalde la Ley de Leyes, los números que aporta Córdoba son fundamentales para lograr la mayoría. La demora y postergación de la reforma judicial, que presenta el rechazo del gobernador, es otra señal de entendimiento entre el oficialismo y el peronismo mediterráneo.

Así las cosas, Schiaretti y la Casa Rosada atraviesan un momento de creciente cercanía que todavía deberá verse hasta cuanto dura.