El Coloquio de IDEA, que se desarrolla en forma virtual desde ayer y finaliza mañana, reúne a 500 empresas que producen la mitad del empleo privado en Argentina. Es, en pocas palabras, el principal evento de la comunidad empresaria en el país.

En un cuadro de tensión cambiaria creciente producto de las dudas por una devaluación -el blue sigue alcanzando nuevos picos- e incertidumbre por el rumbo económico del gobierno, la participación del presidente en la cumbre del círculo rojo generó fuerte expectativa. Era, además, la primera exposición de un mandatario peronista por primera vez después de Carlos Menem.

Sin embargo, la alocución presidencial frente a los empresarios osciló entre la insatisfacción y el desencanto por la falta de certezas por parte del Jefe de Estado. El mensaje oficial estuvo centrado en el eje exportador que el gobierno coloca con énfasis para resolver la falta de divisas: Plan Gas y Vaca Muerta, acuerdo con el agro y minería.

La comunidad empresaria esperaba una serie de anuncios más concretos en relación a una reforma impositiva y laboral, una definición clara por la situación del tipo de cambio y un plan económico que resuelva el déficit y la emisión monetaria.

Esas respuestas, que Alberto no brindó y se reflejó en una nueva suba del blue, ahora se aguarda que sea el ministro Martín Guzmán quien se ocupe de saldarlas. Al funcionario le tocará exponer mañana en el último día del Coloquio en un diálogo con Fernando González.

La intervención del titular del Palacio de Hacienda pondrá el foco en el logro del acuerdo con los bonistas extranjeros para la renegociación de la deuda y las discusiones con el FMI para alcanzar un entendimiento con el organismo multilateral. El Fondo, sin embargo, le reclama algo similar que los empresarios al gobierno nacional: una resolución a la situación fiscal y a la inflación.

Guzmán coloca también sus expectativas, además de las negociaciones con el agro como las reuniones con el Consejo Agroindustrial, en el Presupuesto 2021 como un avance en las metas de normalización de la economía. Pero el déficit previsto de 4,5% para el año próximo, que se saldará con nueva deuda en pesos y emisión monetaria, es un alerta que preocupa y no despeja las dudas entre los sectores empresariales.

Un dato en paralelo: mañana también será el turno para hablar de Horacio Rodríguez Larreta, quien hablará antes que el ministro de Economía y seguramente irá más allá de su rol como  jefe de gobierno porteño. La expectativa recae en si proyectará algunos lineamientos de su pensamiento económico frente al auditorio virtual de empresarios. ¿Un paso más en la candidatura presidencial del 2023?