Cuando se anunció un juego de Harry Potter para celulares muchos pensamos que acá podía estar el nuevo Pokemon Go, un nuevo fenómeno que cautivara a varias generaciones de usuarios y que tomara al mundo por sorpresa. Luego nos enteramos que se iba a tratar de un título llamado “Hogwarts Mystery” y que sería un RPG, un juego de rol en el que crearíamos nuestro propio alumno de esta escuela de magia y hechicería. La historia se desarrolla siete años antes de la llegada del niño que vivió y cuenta con varios de los personajes más queridos de la saga: Dumbledore, Hagrid, Snape, McGonagall, Flitwick, etc. Hasta acá todo más que bien, de hecho es un tipo de juego que los fanáticos venimos pidiendo hace tiempo; el cumplir la fantasía de ser un alumno más en Hogwarts, de ir a ciertas clases, de jugar Quidditch, de realmente vivir el Mundo Mágico. La realidad es que para poder hacer eso sin interrupciones vamos a tener que pagar bastante más de lo que pensamos.

Es que “Hogwarts Mystery” cae preso de las peores tácticas de los juegos de celulares gratuitos, los cuales siempre intentan ver cómo sacarte unos pesos de más. Pero esos juego mínimamente te dejan disfrutar de una buena porción del juego antes de pseudo obligarte a gastar para que la experiencia sea un poco más llevadera o fácil. El problema es que este juego desde el comienzo ya nos demuestra que sin poner un peso es prácticamente imposible de jugar, o lo vamos a hacer de a tandas de 5 o 10 minutos tardando vaya uno a saber cuánto en terminarlo.

Harry Potter y la estafa de Hogwarts

Lo que más bronca da es que cuando arrancamos nuestra aventura hay varios aspectos para destacar. La historia es una de ellas, donde nos enteramos que somos un alumno más pero que nuestro hermano está desaparecido hace un tiempo, que le rompieron su varita, expulsaron de Hogwarts y deshonró a su casa, todo en búsqueda de unas Bóvedas Malditas adentro de la escuela. Es un misterio sencillo pero que sirve de gancho y que también hace curiosas las interacciones con otros personajes. Iremos al Callejón Diagon para comprar libros, conseguir nuestra varita, conocemos a nuestro mejor amigo/a, elegimos la casa en la que estar, vamos a clase de encantamientos y pociones, hasta que de repente nos encontramos atrapados en un armario por una planta malévola colocada por nuestra némesis. En ese punto, inevitablemente nos vamos a quedar sin “energía” para poder salvarnos. Eso significa esperar horas y horas hasta que se recargue ese valor… o hasta que paguemos gemas para comprar energía y salvar a nuestro personaje de una muerte segura. Insólito.

Porque el sistema funciona así: cada acción que nosotros ejecutemos, cuesta energía. Tenemos una barra de 24 orbes de energía en el comienzo. Escuchar al profesor explicando algo cuesta tres de energía, ver cómo un compañero hace un hechizo cuesta dos, agarrar nuestra escoba cuatro, etc. TODO cuesta energía, que se recarga (muy lentamente) con el tiempo. Pero si no queremos esperar, podemos usar dinero de verdad para comprar unas gemas y de esa manera comprar orbes de energía que encima vamos a gastar muy rápidamente. De hecho hice la prueba de ver cuánto me durarían cinco dólares gastados y para mi disgusto me encontré con que se gastan exageradamente rápido. Es un modelo depredador el que emplearon para un juego apuntado para fanáticos pero también para niños y niñas. Es vergonzosa la manera en la que este título te manipula y obliga a gastar plata para poder seguir jugándolo.

Harry Potter y la estafa de Hogwarts

Eso es lo más triste de Hogwarts Mystery. Otros juegos son un “pay to win”, es decir, pagar para ganar. Pero esta aventura del universo Harry Potter es un “pagar para poder jugar”. Porque uno de los principales problemas es que mientras esperamos que la energía se recargue no hay demasiado para hacer; de hecho no hay nada. No hay otras actividades que completar sin gastar energía, personajes con los que interactuar, etc. Pongamos de ejemplo Candy Crush donde a veces nos quedamos estancados en un nivel pero de última podríamos jugar niveles anteriores y, de hecho, vamos a haber jugado ya varias horas sin necesitar poner un peso. Hogwarts Mystery te pone una barrera monetaria casi desde el comienzo y arruina lo que de otra manera podría ser una buena experiencia; estar en la sala común de nuestra casa, aprender a volar en nuestra escoba, tener duelos, saber qué pasó con nuestro hermano, entre otras cosas, podrían ser atractivas. Podrían hasta ser suficiente como para hacer un juego que costara 10 o 15 dólares, pagar ese valor de entrada y disfrutar el juego sin interrupciones. Obviamente que la intención es que la gente gaste mucho más que eso, explotando el fanatismo extremo que millones de personas tienen por esta saga.

Harry Potter y la estafa de Hogwarts

Harry Potter Hogwarts Mystery es una oportunidad desperdiciada y una mancha al gaming de dispositivos móviles que tanto prejuicio recibe por una parte del público. Hoy por hoy tenemos en nuestros celulares juegos como Fortnite, que son gratuitos, completos y hasta nos permiten competir (si queremos) con jugadores de consolas o de PC. Hogwarts Mystery atrasa varios años y nos quita la esperanza de ver ese juego que los “Potterheads” se merecen.