El último Indice de Precios al Consumidor publicado por el INDEC fue una mala noticia en general y en particular para el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien se encuentra en el ojo de la tormenta hace ya varios días.

Es que la inflación del 4,1 por ciento en abril aleja cada vez más la meta del 29 por ciento fijada por el funcionario en el Presupuesto 2021. Con un acumulado del 17,6 por ciento en el primer cuatrimestre, el índice debería mantenerse alrededor del 1 por ciento en los meses restantes para que el pronóstico de Guzmán sea acertado. A estas alturas, parece prácticamente imposible.

Por otra parte, ayer recibió fuego amigo desde el Congreso. Mientras el titular de Hacienda estaba en Europa junto al presidente Alberto Fernández recolectando apoyos para negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Club de París, los senadores oficialistas aprobaron una declaración por la cual le solicitaron que los US$ 4.350 millones que la Argentina recibirá próximamente del organismo internacional se destinen a atender los efectos de la pandemia y no a pagar deuda externa. El proyecto fue presentado nada menos que por Oscar Parrilli, histórico ladero de la vicepresidenta Cristina Fernández. “Nosotros hacemos esta exhortación, este pedido a nuestro Gobierno porque estamos absolutamente convencidos de que las políticas económicas que no consoliden el equilibrio social y tiendan a dar expectativas a los más jóvenes, no son una política ni sana, ni sustentable en el tiempo”, expresó en la sesión.

Guzmán, cada vez más incómodo: su meta de inflación se aleja y se quema con el fuego amigo

En tanto, desde la oposición acusaron al Frente de Todos de querer “marcarle la cancha” al ministro, y remarcaron que “el lugar para tratar estos temas es la reunión de Gabinete”. “No somos quienes para decirles cómo tienen que defender a su gobierno, pero ojo que el fuego amigo a veces genera un daño irreparable”, advirtió el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff.

Otro dardo salió este jueves desde la Cámara Baja, donde diputados nacionales del Frente de Todos, Consenso Federal y Unidad Federal para el Desarrollo presentaron un proyecto de ley que establece rebajas del 30 y el 50% en las facturas de gas que pagan usuarios residenciales de distintas localidades del país con temperaturas frías. La iniciativa es encabezada por el jefe del bloque oficialista, Máximo Kirchner.

Las tarifas fueron el puntapié del derrotero sufrido por Guzmán en las últimas semanas y el motivo por el cual intentó echar al subsecretario de Energía, Federico Basualdo. En una interna que se transmitió en vivo por todos los medios de comunicación, el funcionario cercano a Cristina fue mantenido en su cargo y el ministro viajó a Europa bajo el ala de Alberto. Antes de partir, llamó a ser “autocríticos” sobre el sistema de subsidios, al que calificó de “pro ricos”.

El interventor del Enargas, Federico Bernal, salió a poner paños fríos sobre este tema en diálogo con El Destape: “Ya vi varias notas en medios donde dicen que esto atiza el fuego de lo que se generó con Guzmán y las tarifas pero esto no requiere subsidios adicionales", aclaró. Al mismo tiempo, explicó que la rebaja “se financia con un recargo de 5 pesos en los otros usuarios que viven en otras zonas no frías” e indicó que “el aumento de tarifas de transición será de una cifra".

Más allá de las aclaraciones, la movida llega en un mal momento para Guzmán, que con su poder real en clara caída se empeña por hacer un ajuste en pleno año electoral y no logra mostrar resultados en un tema central para el peronismo: el precio de los alimentos.