El presidente Mauricio Macri hablaba sobre la violencia de género, uno de los ejes de su discurso en la apertura de sesiones legislativas del Congreso, cuando comenzaron a escucharse gritos desde el fondo del recinto. De a poco, la mujer comenzó a acercarse entre las bancas de diputados y diputadas del kirchnerismo. Era Joana Picetti, la mujer que fue electa diputada en 2017 y Cambiemos no dejó asumir por las denuncias que recibió por el presunto abuso de sus hijos.

Por esa denuncia, Picetti -exfuncionaria de AySA- había sido excluida de la lista de candidatos a diputados nacionales de Vamos Juntos, la alianza que representó a Cambiemos en la Ciudad de Buenos Aires y que encabezó Elisa Carrió, gracias a un fallo en primera instancia de la jueza María Romilda Servini de Cubría que luego la acusada apeló ante la Cámara Nacional Electoral.

La mujer logró burlar la estricta seguridad del Congreso, que requisó incluso a los propios diputados y senadores, e ingresó al hemiciclo como si fuera una legisladora más. La titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, apuntó directamente contra La Cámpora por la presencia de la excandidata del macrismo. "La Cámpora trajo a una persona que no es diputada al recinto. Siempre destruyendo las instituciones", tuiteó la funcionaria oficialista, presente en el lugar.

No es el primer escándalo que protagoniza Picetti en el palacio legislativo. En diciembre de 2017, cuando asumieron los diputados electos en octubre de ese año, la mujer intentó que se le tomara juramento acompañada por un escribano, pero ese día la seguridad funcionó y los agentes le bloquearon el ingreso.