Bifo Berardi no hace futurología: no intenta adivinar el futuro porque, bueno, el futuro no existe. Está inscripto en el presente, pero no prescripto. La composición del mundo en un momento dado no determina un devenir único e inevitable, sino que admite una serie de desarrollos posibles. En Futurabilidad (Caja Negra, 2019) el filósofo italiano analiza las tendencias de la actualidad y los factores que priorizan el despliegue de una de esas posibilidades sobre otras. El libro puede ser leído como respuesta a lo que Mark Fisher denomina como “realismo capitalista”: la ideología dominante que afirma que no hay alternativa posible al neoliberalismo. Bifo entiende que para construir un futuro poscapitalista primero hay que ser capaz de imaginarlo.

Presente de impotencia

Con un pie en la actualidad política y otro en la literatura, abarcando un abanico que va desde Schopenhauer a Houellebecq, desde el Mayo Francés hasta la presidencia de Obama, Berardi califica los tiempos que vivimos como la era de la impotencia. El sujeto humanista, que se caracterizó por liberarse de la voluntad divina, hoy se ve superado por nuevas deidades: la máquina y el capitalismo financiero. La filosofía humanista en su conjunto fue una declaración de la potencia del ser humano; entendiendo potencia como la condición que posibilita una transformación.

Hoy, con ese relato en crisis, pareciera que el sujeto perdió toda capacidad de influir en la realidad social. En un mundo cada vez más automatizado, el margen de acción de las personas y de los grupos políticos se estrecha cada vez más. Esta impotencia, materializada en un aumento del desempleo, la depresión y la guerra permanente, constituye el caldo de cultivo ideal para el surgimiento de nuevos fascismos y movimientos antiglobalistas y racistas.

Bifo entiende que para construir un futuro poscapitalista primero hay que ser capaz de imaginarlo.

Varios acontecimientos recientes respaldan esta tesis. En primer lugar, la presidencia de Obama. El primer presidente negro de Estados Unidos llegó al poder con una consigna que reafirmaba la potencia del poder político: Yes We Can (cualquier semejanza con el Sí, se puede cambiemita no es casualidad). ¿Quién puede? ¿Los Estados Unidos? ¿La política? ¿La comunidad afrodescendiente? Parecería innecesario aclarar que la primera potencia del mundo sí puede, pero el tiempo demostró su impotencia e incapacidad de aplicar las reformas que prometió en campaña. Este experiencia, afirma Berardi, firmó la defunción de la democracia. Por otro lado, la renuncia del papa Benedicto XVI, un hecho prácticamente inédito en la historia eclesiástica, confirma que la Iglesia ya no tiene la potencia de otros tiempos. En su lugar asumió un papa con un discurso construido desde la humildad y el pragmatismo que ubicó a la compasión por encima de la verdad, redefiniendo el lugar de la institución en este nuevo siglo.

Si ni el Presidente de los Estados Unidos ni el papa tienen poder suficiente para imponerse a la gobernanza de esta nueva teología llamada capitalismo financiero, ¿qué posibilidades de emancipación existen?

Superstición del salario

Bifo es muy crítico de la postura que gran parte de la izquierda adoptó frente a la robotización. La automatización aumentó exponencialmente la productividad. ¿Puede eso de por sí ser algo malo? No. El problema es que esta eficiencia aún no se tradujo, como se esperaba, en una reducción de la jornada laboral. Muy por el contrario, las condiciones laborales son cada vez más precarias: la cantidad de horas trabajadas aumentan a la vez que los salarios decrecen.

A pesar de todos los pronósticos negativos, Berardi sostiene que hay una esperanza de emancipación, un futuro improbable pero no imposible

Pero, a pesar de todos los pronósticos negativos, Berardi sostiene que hay una esperanza de emancipación, un futuro improbable pero no imposible. Para acceder a ese futuro hace falta un cambio de paradigma, una superación de lo que él llama “superstición del salario”. La clave para acceder a este futuro no se encuentra en los partidos políticos, que ya se mostraron impotentes, sino en el conjunto de trabajadores de la red: el cognitariado. Para posibilitar el desarrollo de ese futuro los cognitarios deben desvincular el conocimiento y la tecnología de la lógica de acumulación capitalista, que actúa como un velo a la hora de pensar alternativas. Cuando este sistema colapse, del trauma puede emerger una posibilidad. Solo así se podría construir una plataforma para la cooperación global que permita cambiar el paradigma. En línea con lo expuesto en libros anteriores, para Berardi la respuesta está en la amistad, en la empatía. No se trata de luchar contra la máquina, sino de dotarla de una perspectiva socialista y humanista.

Futurabilidad, de Bifo Berardi (Caja Negra)
Futurabilidad, de Bifo Berardi (Caja Negra)

Franco “Bifo” Berardi, Futurabilidad. La era de la impotencia y el horizonte de la posibilidad. Caja Negra Editora, 2019, 255 págs.