El freno repentino de los proyectos de infraestructura que se realizan bajo el sistema de Participación Público Privada (PPP), la gran esperanza del Gobierno para mantener viva la obra pública en un contexto de ajuste y recesión, generó un cimbronazo en el Círculo Rojo. El temor del oficialismo a que fracasen las inversiones por los últimos indicadores que ubican al riesgo país en 787 puntos, sumado a las esquirlas de la causa de los cuadernos, llevaron al Ejecutivo a tomar la decisión de suspender, por el momento, las obras con esa modalidad.

El mismo día en el que se presentaba la obra bajo la modalidad PPP de Portezuelo del Viento ubicada en Mendoza, se tomó la decisión de cortar con este tipo de financiamiento y de anunciar que la Nación se hará cargo de la inversión. Al propio gobernador de la provincia, Alfredo Cornejo, lo tomó por sorpresa, aunque expresó que no le inspiraban confianza las PPP.