El fallo de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo de la Ciudad de Buenos Aires que ordenó retomar las clases presenciales, produjo repercusiones de todo tipo en la clase política. Como un reflejo de la grieta -que parece estar más ancha que nunca-, sorpresa, críticas y aprobación fueron las sensaciones emitidas por distintos referentes y funcionarios de la oposición y el oficialismo.

En tanto, la primera jugada ya fue realizada por el Gobierno nacional en las primeras horas de este lunes: la Procuración General del Tesoro a cargo de Carlos Zaninni se presentó ante la Justicia Federal para impugnar el fallo.

Ayer, el nuevo ministro de Justicia, Martín Soria, fue tajante a través de su cuenta de Twitter: “Este mamarracho jurídico sólo tiene una explicación y es política. La fiscal, los jueces y el Gobierno de la Ciudad deberán hacerse responsables de las consecuencias sanitarias de esta medida”. Al mismo tiempo, reforzó su apoyo al presidente Alberto Fernández: “Tomó una decisión de Estado para preservar la vida de miles de argentinos, no dictó políticas educativas. Utilizar políticamente al Poder Judicial es una especialidad del macrismo, pero esta vez han ido demasiado lejos”. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, no se pronunció públicamente al respecto pero sentó su postura compartiendo la publicación de Soria. 

Esta mañana, el ministro ahondó sobre el tema: “Estamos en una situación de gravedad institucional extrema, y sería bueno que así como actuaron rápidamente con un per saltum que pidieron dos jueces que fueron trasladados ilegalmente por el macrismo, sería bueno que también intervenga rápidamente y solucione este conflicto que es político, porque desde el punto de vista jurídico no tiene ni pies ni cabeza”.

Tras conocerse el fallo, Fernández habló en radio El Destape y se mostró en la misma línea. “Es un estrago jurídico. Están tomando medidas que son del exclusivo resorte de la Justicia Federal. No estamos dictando medidas de política educativa. Son medidas de política sanitaria en una pandemia. Por eso la ciudad fue directo a la Corte”.

En tanto, la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, se refirió a la “gravedad institucional”, señaló que “no es comprensible que una cámara contencioso administrativo de una ciudad tenga elementos epidemiológicos, ni siquiera conocimientos médicos, para poder revisar una medida de salud pública”, y adelantó: “Vamos a hacer todas las presentaciones necesarias en la Justicia”.

Quien fue más allá fue Aníbal Fernández, quien a través de Twitter lanzó: "Se interviene el poder judicial de CABA y los jueces a comisión. Las tonterías se solucionan como supo hacerlo Néstor".

La oposición también se expresó. La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, salió al cruce del titular de Justicia y dejó sus sensaciones. “El Ministro de Justicia desconoce nuestro sistema judicial. Es raro que proviniendo de una provincia no defienda la autonomía de (Provincia de Buenos Aires) y de Ciudad de Buenos Aires. Dejen de ser un gobierno anti escuela y acaten el fallo. Usted, el Presidente y los gremios de ATE y UTE”. Al mismo tiempo, agregó: “Muchas gracias a los padres y docentes que presentaron el amparo. Hoy celebramos el triunfo de los ciudadanos que lucharon por la educación. Como anunció @HoracioRLarreta, el lunes habrá clases en la Ciudad de Buenos Aires. Ahora a dar la batalla por las clases en la Provincia”. 

Desde el Congreso, el presidente del bloque del PRO Cristian Ritondo se expresó en la red del pajarito y adelantó que buscarán extender la medida a la Provincia. “Por nuestra parte, desde @prodiputados presentamos un proyecto de ley para que la educación sea declarada servicio esencial. En la ciudad mañana hay clases, ahora nos queda seguir exigiendo que todos los niños y jóvenes del conurbano tengan asegurado el derecho a la educación”.

Otro diputado y referente opositor, Mario Negri, quien preside el bloque del radicalismo, publicó también en Twitter: “El Presidente no se debe enojar ni descalificar al jefe de Gobierno ni a la justicia por el dictado de clases presenciales en CABA. Su propio Ministro de Educación (Nicolás Trotta) dice y piensa exactamente lo mismo y lo sostiene en el cargo. No metan a los chicos en el medio de la grieta”

La ministra de Salud, Carla Vizzotti, no manifestó por ahora su opinión, pero desde la cuenta de la cartera de Salud publicaron un informe cuestionando el fallo de la Justicia porteña. “La presencialidad en escuelas puede  implicar un bajo riesgo individual pero alto riesgo colectivo, según el análisis epidemiológico”, explica, y continúa: “El riesgo de contagio puede ser considerado bajo si se acompaña con el adecuado cumplimiento de las medidas de prevención. Pero, en un contexto de aumento de la transmisión comunitaria o en áreas de alta incidencia, quienes asisten a establecimientos escolares (estudiantes y personal) tienen más probabilidad de enfermar”. 

Ni bien se conoció la resolución judicial, Rodríguez Larreta y la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, brindaron una conferencia de prensa. “Mañana los chicos y las chicas de la Ciudad van a estar en sus aulas. Con el cumplimiento de todos los protocolos, la presencialidad es posible y, más que nunca, necesaria. Gracias a toda la comunidad educativa por su enorme compromiso. La educación es prioridad”, dijo Acuña. “¿Por qué insistimos con la educación? Por la importancia que tiene para el presente y futuro de los chicos. Cada chico que se educa es alguien más libre para decidir sobre su vida. En el mundo, todos los expertos y expertas han enfatizado la importancia de la presencialidad”, agregó Larreta.

Finalmente, el jefe de gobierno de la Ciudad interpeló a Fernández: “Quiero reafirmar una vez más mi vocación de diálogo y de coordinar todas las acciones con el Gobierno nacional, más allá de que frente a algunas situaciones tengamos miradas distintas. Así lo hicimos desde el primer día y así lo vamos a seguir haciendo”. La evocación al diálogo entre Nación y Ciudad parece ser, por estas horas, sólo una idea que se terminó de romper.