Más de la mitad de los femicidios que llegaron a juicio en Argentina fueron en el domicilio de la víctima. Así lo informó el área de Análisis Criminal y Planificación de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) a través de un relevo sobre las primeras 54 sentencias de femicidio en el país.

La calle puede transformarse en un espacio peligroso para las mujeres cuando tienen que caminar apuradas y sienten miedo de no llegar a sus casas. Pero, ¿a dónde van las que sufren violencia de género en sus hogares? ¿Qué puerta cruzan para estar a salvo?

En noviembre de 2012 se sancionó la Ley 26.791, que reformó el artículo 80 del Código Penal de la Nación, para criminalizar de modo agravado los homicidios relacionados con la violencia de género. El informe que realizó la UFEM responde a las sentencias por femicidio dictados por tribunales de todo el país desde la sanción de la ley hasta el 1 de agosto de este año. El resultado: 54 sentencias, 55 víctimas -todas mujeres, dos en un mismo hecho-, 58 autores condenados -cuatro sentencias con dos autores-.

En el 85% de los femicidios existía una relación de pareja

En solo tres femicidios no se registra ningún tipo de vínculo entre la víctima y el victimario. En el 94% de los casos existía un conocimiento previo. En el 85% había una relación de pareja: a un costado la lógica de que los femicidas son locos sueltos.

Femicidas en casa: conviven con la víctima en más de la mitad de los casos

El antídoto para dejar de parir relaciones violentas de pareja es la educación sexual, que tiene como uno de sus grandes ejes prevenir noviazgos agresivos. Las cifras de femicidios que existen por parte de parejas y ex parejas deberían encender la alarma del poco presupuesto y la baja atención que se le da a la Educación Sexual Integral (ESI), que no es una utopía, sino una Ley: la 26.150. Y que, como debería darse en todas las materias de forma transversal, en la mayoría de los casos no se da en ninguna.

Las relaciones de pareja sanas no serán una realidad sin la formación en las escuelas. El cumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral flaquea, y se choca con los novios y esposos que matan a sus parejas, después de un “te amo”.