El primero de enero de este año, el valor de un Bitcoin era 997 dólares. Hace apenas unos días, la criptomoneda, furor en el mundo de las finanzas, estuvo a apenas unos dólares de alcanzar las 20 mil unidades de la moneda estadounidense. Sin embargo, a una semana de terminar el 2017, su valor a descendido un 30 por ciento en menos de siete días. 

Su peor semana desde el año 2013. Así definieron en CoinDesk los últimos siete días que atravesó el Bitcoin y que hoy comienza a repuntar de nuevo. Su volatilidad es tan grande que hasta es probable que termine el 2018 superando la barrera de los 20 mil dólares o que caiga por debajo de los 10 mil.

El alza de los últimos meses de la criptomoneda no está fundamentada, es por ello que muchos expertos son reacios a invertir en ella. El carácter especulativo que rodea a la inversión en el Bitcoin es uno de los puntos que acentúa su pendiente alcista o bajista en todo momento. Esta es otra realidad: el bitcoin no sabe mantenerse constante, es por eso que continuamente rompe sus canales.

El miércoles pasado su precio cayó un 15 por ciento y el viernes otro 20. Muchos expertos coinciden en que las criptomonedas son una burbuja que no tardará en explotar pero, frente a todos los pronósticos, el Bitcoin siempre encuentra la forma de estirar su dermis y acrecentar su precio. Otros especialistas consideran que, si bien su precio podría estar por encima de su valor -algo que pocos niegan- no quiere decir que no tenga valor, por lo que estas bajas son simplemente una corrección que no derivarán en un desplome.

A pesar de la profunda caída de la última semana, la inversión en Bitcoin cerrará el año como una de las más rentables del mundo, ya que probablemente empezará el 2018 con un precio entre diez y veinte veces superior al presente año. La volatilidad del Bitcoin no permite trazar un canal para la criptomoneda, tal vez es lo único que sube en ascensor y baja en escalera.