El Gobierno nacional dispuso suspender el ingreso y la salida de vuelos desde y hacia el Reino Unido a partir de este lunes, luego de que la administración que comanda el primer ministro Boris Johnson declarara la aparición de una nueva cepa del Covid-19. La decisión de la Casa Rosada es preventiva, ante una incertidumbre generalizada sobre esta propagación de la segunda ola del brote que mantiene en confinamiento estricto al Viejo Continente.

La comunicación oficial se dio a última hora del domingo y esta mañana, en el Aeropuerto de Ezeiza, aterrizó el último avión proveniente desde Gran Bretaña. La tripulación y los 175 pasajeros de ese vuelo fueron demorados en la aeronave y recién pudieron descender cuando el personal de la base aérea evacuó el hall de entrada en su totalidad.

Todos deberán cumplir una cuarentena estricta de siete días luego de presentar los requisitos para el ingreso al país: un test PCR negativo y un seguro contra el coronavirus. En ese sentido, el Ministerio de Transporte y la Dirección Nacional de Migraciones realizaron un operativo especial para digitar los domicilios donde cursarán el aislamiento.

Frente a la nueva mutación del SARS-CoV-2 y pese al inminente comienzo de la campaña masiva de vacunación en la Unión Europea con las miles de dosis de Pfizer y BioNTech, Alemania, Francia, Austria, Holanda, Bélgica, Italia, Irlanda y Bulgaria anunciaron la suspensión de vuelos provenientes de Reino Unido a raíz de la extensión de la nueva cepa. A esa medida se sumó la Argentina.

Mientras la Organización Mundial de Salud informó que está "en contacto cercano" con las autoridades de Gran Bretaña y frente a nulas precisiones sobre la nueva variante del brote pandémico, expertos estiman que parece estar propagándose más rápidamente que la versión original, aunque consideran que por el momento no aumentó su mortalidad. Las previsiones se deben a la escasa evidencia proveniente de modelos animales y al fuerte crecimiento de los contagios en el Reino Unido los últimos días.

"Parece, por su corto tiempo de evolución y la cantidad de cambios, acumular modificaciones más rápidamente que otros linajes de Covid-19 que circulan. Además, muchos de esos cambios son 'no sinónimos', es decir, que afectan la secuencia y potencialmente la estructura de la proteína que está mutada", explicó el bioquímico Santiago Olszevicki a El Canciller.

"También hay que ver dónde se dieron las mutaciones. Varias afectan a la proteína S (Spike), que es la proteína contra la que la mayoría de las vacunas generan anticuerpos. Potencialmente, sin asignar probabilidad alguna, la proteína por las mutaciones podría cambiar lo suficiente como para que los anticuerpos generados por la vacuna no la reconozcan", ahondó.

Gran Bretaña confirmó ayer un número récord de casos: fueron 35.928 infectados en las últimas 24 horas, para un país que acumula 67.401 fallecimientos a raíz del coronavirus. La mayoría de los nuevos contagios se detectaron en Londres y el sudeste, luego de que fuera detectada en el sur y se conociera que posee 23 cambios con respecto a la cepa original. El primer ministro decidió un confinamiento máximo en las áreas más afectadas.

El cierre de la Unión Europea contra el Reino Unido, al que se sumó la administración de Alberto Fernández, es preventivo por si el cuadro de situación empeora y se llega a un escenario donde "todos esos miedos o supuestos son efectivamente reales", agregó Olszevicki. La principal preocupación por estas horas en el Reino Unido es el riesgo de que desborde el sistema sanitario.

La incertidumbre también rodea a los anticuerpos: hasta el momento, no hay garantías de que la inmunización generada por una infección previa sirva para no contaminarse por la nueva cepa.