Las personas de más de 60 años forman parte de un grupo de riesgo ante el coronavirus. El aislamiento obligatorio los alejó de sus actividades, reuniones y talleres de todos los días, y los condujo a permanecer en sus hogares. El gobierno porteño, AMIA y grupos de jóvenes crearon programas de contención para los adultos mayores en tiempos de pandemia. Asimismo, también buscaron la forma de readaptar los encuentros presenciales.

"La iniciativa Acercarnos surgió al principio de la cuarentena. El disparador fue mi abuela de 83 años, que es súper activa y de golpe tuvo que dejar de hacer sus actividades", explica Sofía Matozzi, impulsora del proyecto. En ese momento pensó que sería una buena idea acompañar a los adultos mayores de 65 años, no solo para ayudarlos a hacer sus trámites, sino también para escucharlos a través de un llamado.

Con el paso del tiempo, Sofía comenzó a notar las preocupaciones de los adultos sobre los contagios, y por eso, intenta no hablar de la pandemia, buscando poder divertir y entretenerlos: "Los ayudo mucho con la tecnología, les enseño a ver videos en YouTube, usar Zoom y les realizo trámites online".

En la cuarentena los adultos aprenden sobre tecnología.
En la cuarentena los adultos aprenden sobre tecnología.

El proyecto fue creciedno de boca en boca. Un párroco de la Catedral de San Isidro le dijo a Beatriz Magnano que Sofía la llamaría para hacerle compañía, dado que por el aislamiento no iba a poder seguir comulgando.

"Me siento muy acompañada por ella. Me llama todos los días, nos contamos cómo nos fue y nos pasamos recetas. Ella sabe todo", cuenta Beatriz.

Pese a que no puede ver a sus hijos y nietos, la abuela de 83 años es optimista y está contenta por haber conocido a Sofía de este modo: "Quiero seguir amiga de ella después de la cuarentena".

A la espera de los llamados diarios.
A la espera de los llamados diarios.

También Juana Lascombes se sumó a la iniciativa con el objetivo de "poner un granito de arena" desde su hogar. Las charlas con los abuelos las tiene alrededor de las 11 hs. Los temas de conversación suelen ser sus familias y el cine.

En el mismo horario también Agustín Grandval habla con Marta. "Me empieza a contar de una sobre sus días, ni siquiera llego a preguntarle. Marta está muy contenta cuando recibe el llamado", dice.

Ambos voluntarios reconocen que es muy lindo poder ayudar de esta manera y se sorprendieron del buen vínculo que generaron.

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De presencial a digital

También el programa Lebaker de AMIA intenta paliar la soledad de las personas mayores, a través de llamados telefónicos que reciben de forma periódica. El plan de acompañamiento se realizaba antes de la pandemia y debido al aislamiento se readaptó a la virtualidad.

Habitualmente los voluntarios visitaban en su domicilio a personas en situación de vulnerabilidad. En este momento, son 150 los voluntarios que llaman a los adultos mayores.

El otro plan que tiene el organismo se llama Lev el Lev, el cual consiste en el acompañamiento a personas vulnerables institucionalizadas, es decir, quienes están en hospitales, geriátricos y cárceles, y no tienen acceso a redes sociales o familiares de apoyo.

También cubren las necesidades de salud, alimentos y vivienda a mayores de 85 años en situación de vulnerabilidad y que no son beneficiarios de las organizaciones sociales. El trabajo lo hacen junto a la Fundación Tzedaká y la Fundación de Acción Social de Jabad, gracias a un Fondo de Ayuda Extraordinaria dispuesto por el Hogar LeDor VaDor.

Entrega de alimentos y asistencia

Desde hace 30 años, la psicóloga Adriana Durante trabaja en el programa "Centros de Día" del gobierno porteño dirigido a mayores de 60 años. Con el paso del tiempo descubrió su vocación en la gerontología. Los centros tuvieron que cerrar, pero las actividades se reconvirtieron a través de la virtualidad.

Hay más de 900 adultos inscriptos en el programa, a quienes les llevan alimentos durante la cuarentena. Dado que los centros les brindaban el desayuno, el almuerzo y la cena de 9 a 16 hs. "Formamos grupos de WhatsApp, es muy favorable que interactúen entre ellos. Se extrañan y nosotros los extrañamos mucho", explica Durante.

Cuando Adriana comenzó a trabajar allí había un solo centro. Desde entonces, fue formando equipos con trabajadores sociales, profesores de educación física, talleristas e instructoras de yoga, entre otros cursos.

Adultos mayores en los centros de día antes de la pandemia. Foto: GCBA.
Adultos mayores en los centros de día antes de la pandemia. Foto: GCBA.

Los programas online están disponibles por las mañanas y las tardes. Además, se sumaron pasantes de distintas carreras universitarias. Sobre esta cuestión, Adriana sostiene: "Está buenísimo que los estudiantes puedan enseñar porque cuando se reciben ya cuentan con prácticas profesionales y saben trabajar con adultos mayores".

El programa que surgió durante el aislamiento obligatorio es Mayores Cuidados, en el cual más de 38.000 vecinos de la Ciudad se anotaron para participar hasta principios de mayo, y hubo más de 11.000 mayores que solicitaron el servicio. El mismo consta de asistencia telefónica, la posibilidad de que les realicen compras en farmacias y comercios de cercanía, y que también paseen a sus mascotas.

Contención telefónica en tiempos de pandemia.
Contención telefónica en tiempos de pandemia.

El 59% de los voluntarios hace las compras en el supermercado y la farmacia, además de pasear a las mascotas. Menos de la mitad de ellos (22%) brinda esa colaboración logística y contención telefónica. Mientras que el 21% sólo hace llamados para conversar.

Por seguridad, antes de hablar los mayores deben pedir la contraseña (elegida por ellos) a los voluntarios. En los casos de llamados, si el voluntario no dice la contraseña el adulto deberá cortar la comunicación. Para los casos de asistencia, además de la contraseña deben presentar su DNI.

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Voluntariado para adultos mayores

La Secretaría de Integración Social para Personas Mayores de la Ciudad brinda talleres a través de Zoom, la página de Facebook y YouTube, desde las 10 hasta las 17 hs las clases están a cargo de miembros del organismo. Y luego comienzan los cursos llevados a cabo por voluntarios mayores, capacitados en las áreas que dictan.

Desde la Secretaría del Ministerio de Desarrollo Humano explican que el objetivo del programa es que todos los mayores se mantengan activos, pese a la cuarentena. El programa pasó de ser presencial a formato digital y en los próximos días lanzarán una plataforma de e-Learning. Los cursos tendrán un programa, se tomará asistencia y tendrán que tener un mayor compromiso en el mismo, a diferencia de lo que ocurre con los talleres diarios.

Los eventos presenciales, como el del 25 de mayo, fueron virtuales también. Se sumaron 150 personas a festejar el Día de la Patria con música de 15 a 17 hs. En la secretaría buscan que los adultos no se depriman y los acompañan a través de los talleres, por eso hay una gran variedad.

A las personas que no tienen internet o redes sociales, el organismo les enviará a sus casas un cuadernillo con actividades, que incluyen ejercicios físicos, cognitivos y de música, entre otros.