Por Irelis Rivera.

Se sabe hasta el cansancio: el anonimato que prevalece en las redes sociales, ese que permite la “existencia” de usuarios inexistentes, la falsedad de cuentas y la inteligencia artificial, abrió un espacio infinito para la propagación de Fake News,  de información orientada eficazmente a destruir reputaciones con denuncias irreales, con datos falaces…. Lisa y llanamente, con mentiras.

Desde la irrupción del COVID-19, mucho se ha escrito y descrito desde el inicio en términos de Fake News. Desde múltiples vértices, existió una propagación de datos que acabaron por crear en todo el planeta confusión e incertidumbre. Datos falsos, síntomas de la enfermedad que no eran tales. Disposiciones de los distintos gobiernos a lo largo del mundo que tampoco existían en realidad. En fin, un cúmulo de novedades direccionadas a crear desconcierto más que aportar claridad sobre la pandemia.

Ejemplos a la vista sobran: en Brasil, de acuerdo con el Grupo de Estudios de Desinformación en Redes Sociales (EDRES) de la Universidad Estadual de Campinas, desde las cuentas de Jair Bolsonaro y familiares, además de usuarios robots que llegarían a 8000, se difundieron informaciones falsas sobre estadísticas de la pandemia y también sobre la cura de la misma.

Ecuador

Ecuador es otro caso emblemático. Ese país no sólo es epicentro en materia de contagios y transmisión. Allí, la pandemia de la desinformación también se multiplica y propaga por cada rincón. De hecho, se comprobó la existencia de un troll center que difunde contenido falso sobre el COVID-19 y opera desde la provincia de Manabí.

En este contexto, Andrés Luna, especialista en comunicación en crisis y desastres y docente de la Universidad UTE, organismo académico que analiza detalladamente el impacto de las Fake News durante la pandemia en Ecuador, subrayó que "las noticias falsas llegaron a generar mayores repercusiones que la propia pandemia".

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En Ecuador, puntualmente, se comprobó que muchos de los usuarios que masificaban noticias falsas estaban ligados a la candidatura de Otto Sonnenholzner para las elecciones del 2021. Como se ve, detrás de la pandemia, hay interés de desestabilización.

República Dominicana

En República Dominicana el caso es diferente y mezcla las arenas de la “infoxicación” con la desesperación del barro electoral. Días atrás Twitter bloqueó a casi 170 mil usuarios que difundían noticias positivas sobre la campaña del PRM, el sector político opositor al oficialismo, por supuesta difusión de noticias falsas.

Como muestra pequeña, aunque no menos relevante, se puede mencionar el caso de Santiago de los Caballeros, en esa misma República Dominicana, donde surgió otra situación que además es paradigmática. Allí, Eduardo Estrella, también candidato del PRM, fue apuntado por campaña sucia. Desde muchos sectores, se le adjudica la propagación de un video intervenido donde se vincula a su contrincante de las próximas elecciones del 5 de Julio -Julio Valentín, del PLD- con la megacausa Odebretch, de la cual el mismo Valentin fue desvinculado y sobreseído judicialmente hace tiempo tras demostrarse su inocencia en el hecho.

Si bien Estrella nunca se adjudicó la campaña, obviamente, desde usuarios de Facebook, Instagram y Twitter, de procedencia dudosa, se multiplicaron mensajes difamatorios en las cuentas de su contrincante Valentín.

Eduardo Estrella es uno de los apuntados por las campañas de Fake News en República Dominicana.
Eduardo Estrella es uno de los apuntados por las campañas de Fake News en República Dominicana.

Un dato más: un par de días atrás, Facebook confirmó la baja de cientos de cuentas bots, denunciadas masivamente por Fake News en esa provincia dominicana de Santiago. El 97 por ciento de esas cuentas, según se constató, difundían spots y flyers asociados la campaña de PRM y de Estrella en particular. ¿Casualidad?

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El peligroso alcance de las Fake News

Los casos se multiplican a lo largo y a lo ancho del planeta. Europa no fue la excepción. Pero en España, por ejemplo, uno de los primeros países en regresar a la nueva normalidad, el Presidente Pedro Sanchez, también cuestionado severamente por su manejo de crisis, se apuró en firmar una directiva de defensa nacional orientada a blindar las redes digitales, la protección de los datos privados y el ámbito de la información, en referencia al uso de las Fake News por "potenciales adversarios" que busquen desestabilizar.

Más allá de un paquete de frases históricas que son recordadas hasta el día de hoy, Joseph Goebbels, referencia absoluta de la propaganda Nazi y ladero de Adolf Hitler, acuñó otra cita memorable que demuestra total vigencia en pleno 2021: "Si se dice una mentira suficientemente grande, y se repite continuamente, la gente comenzará a creerla". La idea de la mentira sistemática como estrategia de propaganda subsistió. Hoy, tiene forma de pandemia.