En Cambiemos consideran que los aumentos son un mal necesario para sincerar los precios y ordenar el déficit fiscal. En medio del escándalo por las subas en las tarifas de luz, agua y gas, la empresa Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) pretende sumarse a la ola de incrementos en cuotas y pidió elevar el boleto a 11 pesos en mayo y 12, 50 en junio.

La presentación formal la hizo el presidente de la compañía, Eduardo De Montmollin, el único representante oficial, quien dio los detalles sobre incremento de la actual tarifa de subte que se encuentra en los 7,5 pesos -aún por debajo del boleto mínimo de colectivo que es de 9 pesos.

La propuesta de aumento consiste en un incremento tarifario del 66 por ciento, escalonado a partir del primero de mayo y del primero de junio, con lo que pasará de los 7,5 pesos a 12,50 en junio.

En el Gobierno, por su parte, vislumbran con voces ambiguas la posibilidad de que aumente el subte.  ¿Por qué? De un lado consideran que las subas se lleven todas adelante este año para pagar un costo político aún más alto en el 2019, mientras que otros apuntan que es momento de frenar la pelota con las subas y evitar que el malestar social siga creciendo.

Detrás del pedido de aumentos se enmarcan un sinfín de cuestionamientos por parte de la oposición, que exige que el gobierno porteño "no le dé el gusto a Sbase”. ¿Las principales críticas? Los problemas para viajar en hora pico, la poca frecuencia de los subtes y la desproporción entre los nuevos valores de los boletos con los acuerdos paritarios en torno al 15%.

A su vez, fueron meses de una dura batalla sindical con los metrodelegados, el gremio más fuerte de los subtes que perdió personería después de un fallo de la Corte Suprema. Entonces, en un contexto de inversiones ausentes en los subterráneos y en medio de medidas de fuerza, Sbase busca ponerse en la fila de los aumentos del 2018. ¿Otro golpe para la clase media?

Las críticas de la oposición