La interna de Juntos por el Cambio no da respiro. Después de mantener el silencio sobre la convocatoria del 17 de agosto, el exjefe de estado resolvió anotarse en la discusión y respaldar al "ala dura" de la coalición, que se mostró en la primera línea de las manifestaciones.

"Orgulloso de los miles de argentinos que salieron ayer para decirle basta al miedo y al atropello, y sí al trabajo, al respeto y a la libertad", tuiteó Macri, que hoy comienza su agenda de reuniones en Zurich como presidente de la Fundación de la FIFA.

De este modo, el exmandatario jugó claramente a respaldar a los sectores internos como Patricia Bullrich y Elisá Carrió que apoyaron la movilización y sumó un nuevo enfrentamiento con el jefe de gobierno porteño, quien desalentó que el PRO impulse la cita.

La movida de Macri también agrega tensiones con otro aliado como Gerardo Morales.

El gobernador jujeño, que también se opuso al #17A, consideró que no le gustan "algunas actitudes" del expresidente y destacó que no hay un líder de la oposición: "Hay una mesa y la UCR tiene su propia dinámica", remarcó.

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La polémica retoma el contrapunto al interior de JxC entre una tendencia dialoguista con el gobierno nacional y un sector que opta, en cambio, por una postura de rechazo general frente al Ejecutivo que encabeza Alberto Fernández.

Desde Suiza y con un ojo en la FIFA, Macri juega a reforzar la grieta y respalda a "los halcones"

Desde ese lugar, el exjefe de estado atiende su juego y alienta la "grieta" que varios buenos resultados electorales le trajo.