"Después de pintar mi patio, me sentía muy cansado y tenía dolores musculares y de cabeza", relata el profesor de educación física, Gustavo Commatteo sobre los primeros efectos del dengue. La temperatura fue subiendo con el paso de las horas, y alcanzó los 40 grados.

Los médicos de su prepaga le dijeron que no fuera al hospital por los peligros del coronavirus. Si el cuadro se agravaba, se activaría el protocolo. Ante esa situación, Gustavo, de 56 años, se bañó "cinco veces en seis horas para bajar la fiebre" hasta que a través de videoconsulta, le recetaron paracetamol, que tomó durante todo un día cada tres horas.

Estuvo 10 días con dengue. En ese tiempo, la médica de la prepaga y su doctora de cabecera lo llamaban tres veces por día.

El reposo que cumplió fue "absoluto" . Además la persona infectada con dengue debe hidratarse continuamente. A Gustavo le aconsejaron que tome de tres a cuatro litros de líquidos por día. "Ya sea gatorade, té negro o agua mineral", cuenta a El Canciller.

"En ningún momento tuve miedo de haberme contagiado coronavirus, porque solo tenía fiebre", explica el docente. La semana anterior a que le detectaran el dengue, había pintado en su patio, sin remera, después de las 16 hs., momento en que tenía sombra. Gustavo había notado en su cuerpo picaduras de mosquito: "Pero uno no le da importancia".

Las primeras 48 hs. sin fiebre son "fundamentales", según Gustavo. Es que en este tiempo se pueden producir hemorragias, como consecuencia de la alteración que sufrió el organismo.

Siente que la sacó "barata" porque no lo tuvieron que hospitalizar. Aunque reconoce que lo más grave que tuvo fue la fiebre. El martes pasado, le dieron el alta. "De ahora en más tengo que usar siempre repelente para mosquitos, espirales y tabletas", relata. De a poco, vuelve a su ritmo normal de vida, ya que el dengue le produjo "mucho cansancio".

[recomendado postid=108728]

Su rol docente

Gustavo vive en Villa Soldati, que corresponde a la comuna ocho: "Es una de las más afectadas por el dengue. Una de las escuelas, en donde trabajo, que queda cerca de mi casa, tuvo a varios alumnos contagiados, hasta los llegaron a internar".

Dengue, en primera persona: picaduras, hidratación y cuidados especiales

En los colegios siempre habla sobre la importancia de prevenir el dengue, "sobre todo porque soy profesor de educación física". Cada vez que van al campo de deportes, insiste a padres y a alumnos en llevar repelente.

Denuncia al 147

La esposa de Gustavo avisó a la línea telefónica 147 del Gobierno de la Ciudad, que su marido estaba infectado con dengue: "Al día siguiente, el equipo de fumigación del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, junto a biólogas, fumigaron en mi casa y en toda la manzana".

En ese momento se enteraron de que en su cuadra había varios casos. "Durante toda la mañana fumigaron la zona", relata Gustavo. Al ingresar a las viviendas hacían una encuesta sobre el estado en que se encontraban.

Los vecinos del barrio y la Ciudad continúan en "alerta", mientras que los casos de dengue van en aumento.