El director de la Asociación Fabricantes Argentinos de Coca-Cola -AFAC- y vocero de la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas sin Alcohol -Cadibsa-, Esteban Agost Carreño, dialogó con el periodista Mariano Martín en Toma y Daca y avisó que el aumento a del impuesto interno -contemplado en el boceto de la reforma tributaria- a las bebidas sin alcohol le puede costar al Gobierno alrededor de cinco mil puestos de trabajo. Además, advirtió que esta medida produciría una competencia desleal en la industria de bebidas.

La gran preocupación viene por la posible perdidas de empleo en toda la cadena que eso puede traer, que las estimaciones dicen que pueden ser de 5 mil empleos.

De acuerdo a las estimaciones, el Gobierno planeaba recaudar alrededor de cinco mil millones de pesos mediante el incremento del impuesto a las bebidas sin alcohol. La suba tiene hasta una excusa: las sugerencias de la Organización Mundial de la Salud con respecto a las bebidas azucaradas estimuló al oficialismo para pegar un golpe que, además, le engrosaría la billetera. "Nuestra preocupación es esta división que se estaría haciendo entre productos saludables y no saludables. Entendemos que es una discriminación", explicó el vocero de Cadibsa. Además, comentó que existen muchos productos sin azúcares, pero el consumidor argentino no los demanda.

"Las empresas tienen muchos productos sin calorías o con bajas calorías, pero el consumidor argentino demanda bebidas con azúcar"

Sin embargo, desde que la cerveza se abrazó al vino y a los espumantes para no sufrir ningún impuesto, en Coca Cola quedaron desconcertados. ¿Por qué ellos no y nosotros sí? ¿Es más saludable la cerveza que la gaseosa? Además, el sector de bebidas no alcohólicas ya se siente lo suficientemente ahogado. "Pagamos una carga tributaria muy grande que es del 50 por ciento. Es una industria que ha venido siendo castigada por el tema impositivo. Es la tercera carga impositiva más alta del mundo", argumentó Agost Carreño.

"Si hoy compran un jugo, un agua o una gaseosa a diez pesos, cinco pesos que gasta el consumidor van a impuestos"

Además, hay una gran preocupación desde el lado de los empresarios. En lo que va del 2017, el sector de bebidas sin alcohol se contrajo cerca del tres por ciento. De implementarse el nuevo impuesto, los analistas del equipo  de Agost Carreño estimaron una nueva caída cercana al 11 por ciento, lo que se traduciría como un golpe duro a los, según números de Cadibsa, 270 mil empleados que afecta directa o indirectamente el sector. Estas reducciones se deben a que las gaseosas son un producto muy elástico y la gente dejaría de consumirlos si el precio sube demasiado. "En lo que va del año subió 7 por ciento el valor de las bebidas sin alcohol" informó el director de AFAC.

"Esta industria genera 27 mil empleos directos y lo que tiene efecto multiplicador de alrededor 10, por lo que estamos hablando de alrededor de 270 mil afectados"

Debido a los conflictos que se gestaron en la última semana, Agost Carreño confirmó que mantienen diálogo constante con las autoridades del ministerio de Hacienda y que junto al secretario Sebastián Galiani se está trabajando en una propuesta alternativa.