El comité de infectólogos que asesora a Alberto Fernández en medio de la pandemia coincide en un concepto central: el coronavirus viaja con las personas. Por eso, el aislamiento social, preventivo y obligatorio que ya cumplió tres semanas en la Argentina se erigió como la medicina más confiable para atenuar el número de contagios.

En este sentido, a medida que se flexibilice la cuarentena, el mayor monitoreo para mantener la curva aplanada se focalizará en el transporte público. Desde el Gobierno nacional ya trabajan en un plan de contingencia para que la red de movilización estatal no se convierta en una bomba de tiempo.

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El Ministerio de Transporte que conduce Mario Meoni le presentó un informe detallado al Presidente para que, junto con los especialistas en salud, defina de qué manera puede restablecerse el sistema sin que colapse la salud de los argentinos tras más de tres semanas de confinamiento.

El descenso del uso del transporte público en el AMBA a raíz del aislamiento fue radical. Según los datos oficiales, de 4.200.000 pasajeros diarios previo al anuncio de la cuarentena se pasó a un promedio de 700.000 en la actualidad. Eso incluye que los usuarios de colectivos, trenes y subtes sólo puedan viajar sentados para cumplir con el distanciamiento social.

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El cálculo que realizó la cartera de Meoni apenas permite elevar ese número a 900.000 personas por día para prevenir los contagios. ¿Cuáles son las opciones que estudian para no desmadrar al sistema a mediano plazo?

Los trenes, el mayor dilema

Con críticas a la gestión de Mauricio Macri por la nula inversión en el entramado ferroviario, lamentan contar con sólo 70 formaciones para todas las líneas que circulan en la Ciudad de Buenos Aires y el GBA. Además, apuntan que el escaso mantenimiento de las vías no les permite a los trenes circular a mayor velocidad, lo que podría agilizar las frecuencias.

Por eso, una solución podría ser instalar, desde este mismo lunes, 300 colectivos en las estaciones que realicen los mismos recorridos que los ferrocarriles. Sin embargo, ese proyecto conserva un problema difícil de resolver: la rapidez que diferencia al recorrido del tren con el de los ómnibus. En largas distancias, el tiempo que uno ahorra con la red ferroviaria para trasladarse desde el Gran Buenos Aires a la Capital Federal es sustancial.

En contraposición, los colectivos poseen una flota de 15.000 unidades que no les haría pasar sobresaltos en este contexto y los subtes también estarían en condiciones de recibir más caudal de pasajeros -de manera prudente y con las limitaciones correspondientes-, dado que la afluencia se redujo en un 90%, adoptaron un sistema de "estaciones especiales" para aminorar el tránsito en cada línea y cuentan con una frecuencia solvente.

Recomendaciones del Ministerio de Salud

Con más actividades exceptuadas del confinamiento -talleres mecánicos, bancos y ventas de repuestos, entre otras-, este lunes habrá más movimiento en el transporte público que en las semanas anteriores. Es por eso que desde la Ciudad confirmaron que habrá frecuencia normal de colectivos, trenes y subtes, aunque no como en horario pico.

En esta línea, desde el Ministerio de Salud nacional lanzaron sugerencias para que la sociedad tome los mayores recaudos posibles:

  • Mantener distancia con los demás pasajeros en la parada.
  • De viajar en colectivo, subir por la puerta de atrás.
  • Utilizar un barbijo casero.

  • Evitar viajar en horas pico.
  • De estornudar o toser, cubrirse la nariz y boca con el codo y hacerlo en dirección contraria a otras personas.
  • De viajar en tren o subte, utilizar el alcohol en gel ubicado en las estaciones.

  • Al regresar a la casa dejar el calzado, bolso y abrigo en la entrada, lavarse las manos con jabón y desinfectar las llaves, el celular y la SUBE.
  • Usar la aplicación Carga SUBE para cargar más fácil la SUBE desde la casa.