La Justicia le dictó en las últimas horas la prisión preventiva al cantante de cumbia 420 Elián Valenzuela, más conocido como L-Gante, acusado de los delitos de "amenazas", "privación ilegítima de la libertad" y "tenencia simple de estupefacientes", por lo que seguirá detenido.

El músico se encuentra alojado hace más de un mes en la DDI de Quilmes tras ser denunciado por Darío Gastón Torres y Rosa Catalina Passi por secuestrarlos y amenazarlos con un arma de fuego luego de un conflicto con un grupo de amigos de Valenzuela en la localidad bonaerense de General Rodríguez.

Con esta resolución dispuesta por el juez de garantías Gabriel Alberto Castro, el cantante deberá ser alojado en un penal del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

El magistrado, además, no hizo lugar al cambio de calificación ni al pedido de "inmediata libertad" realizado por la defensa del cantante, por lo que se mantuvo la carátula dispuesta el pasado 18 de junio.

El 27 de mayo pasado, varios integrantes de la denominada "Mafilia" tuvieron una discusión con un grupo de personas entre los que estaba Torres, quien se desempeña como empleado municipal y vecino del barrio, luego de salir de un boliche bailable en General Rodríguez.

Personal de la Guardia Urbana de Protección Ciudadana de ese Municipio demoró a los amigos de L-Gante y cuando el músico se enteró de lo sucedido con sus amigos, decidió actuar por su cuenta.

El cantante "tomó al empleado municipal, le apuntó con una pistola, lo obligó a subir a su coche y se lo llevó", según adujo la víctima en la denuncia.

Luego, condujo unas pocas cuadras dentro del barrio Bicentenario, hasta que halló y amenazó a la segunda víctima para que ingrese a su auto, "en pos de aclarar la situación relacionada con sus amigos a la salida del local bailable".

De acuerdo a la denuncia, el músico los retuvo por 20 minutos y habría dicho: "Si no sueltan a mis amigos, no los suelto a ustedes".

Cuando L-Gante se enteró de que sus amigos "habían sido solo identificados sin tomarse decisión de restricción de su libertad", dejó descender de su vehículo a las personas que retenía.

La denuncia fue corroborada luego por decenas de cámaras de seguridad, por la geolocalización de los teléfonos celulares y por la declaración de los policías, otros testigos y familiares de las víctimas.

En su defensa, L-Gante negó que haya utilizado un arma y que el vecino subió por su propia voluntad a la par que negó que exista riesgo de entorpecimiento o amenazas.

En cambio, las víctimas dicen que están siendo amenazadas algo que destacó la fiscalía para oponerse.