Después de años y años de batallar y discutir el feminismo en todos los medios de comunicación, esta semana Luciana Peker desembarcó en la televisión abierta, en Intrusos, junto a otras compañeras de militancia: Florencia Freijo, Malena Pichot, Julia Mengolini y Señorita Bimbo. Así, los programas de la tarde, tantas veces señalados y mal justipreciados, fueron un escenario popular para discutir la despenalización del aborto y el rol de las mujeres en el mundo del trabajo.

-Viendo lo que pasó esta semana, ¿creés que la presencia del feminismo en los medios se va a licuar o continuará en el tiempo? 

-El feminismo no se va a licuar, y me pone contenta porque el feminismo que llega es un feminismo muy potente. No representa un feminismo sino uno comprometido con las chicas, con la calle, con el movimiento. No es algo esporádico. Lo que no sé es qué va a hacer la televisión con esto. Por algo nos había cerrado las puertas. No sé si después se volverán a abrir. Hasta ahora se trata de la experta o de la especialista que va a la televisión, pero no es elegida para abrir espacios. No abrieron esos espacios ni los periodistas más conservadores, ligados a la derecha, al gobierno actual, ni los más cercanos a la oposición, los que antes podían considerarse kirchneristas. No sólo fueron reacios a sumar periodistas de género feministas si no que las/nos han expulsado.

Si tengo que ser cipaya con lo que pasó en los Golden Globes, soy cipaya

- ¿Y cómo evaluás la participación de Jorge Rial, impulsando el tema y movilizando la televisión con estos debates?

-La verdad es que yo venía desde hace dos años con un diálogo con Jorge Rial vía mensajes directos de Twitter. No es que saltó ahora y nos invitó de la nada. Empezamos discutiendo, obvio. Yo le discutía algunas cosas y él me discutía mucho. Siempre con mucha amabilidad, porque es mi estilo. Busco ser muy punzante en las ideas, pero muy amable en el diálogo. Yo creo en el diálogo. Y en los medios populares. Quizás a Rial esto le sirve, y eso no es necesariamente malo. Lo vuelve a ubicar en un lugar que él tuvo en el comienzo que es el lugar del periodista de espectáculos más inteligente, que lo era, por ejemplo, cuando trabajaba en la revista Veintitrés. Por eso no me sorprende que él haya sido más lúcido que otros. Y como él tiene poder, y otros tienen miedo, y él tiene autonomía, también tiene más agallas.

-La discusión es un cisma para la televisión y obliga a los comunicadores a rever cómo tratan estos temas.

-Entre los Golden Globes y Cacho Castaña diciendo “relájense y gocen” ante una violación, quedamos entre el primer mundo y el decimonoveno. Era imposible esa brecha. Rial no fue el único que abrió espacios. Fuimos a Morfi, a Crónica, a Telefé Noticias, al programa de Maju Lozano. Pasa que Rial lo hizo con otra convicción. Creo en lo que cuenta del feminismo de sus hijas. Contra las hijas de Rial hubo una violencia de género en las redes muy fuerte; de género, racista y gordofóbica, una de las grandes luchas del feminismo. Y creo en la Revolución de las Hijas. Cuando llegué al programa le dije “te critiqué muchísimos años”. Pero él no llevó a chicas complacientes. Para mí es válida su autocrítica siempre y cuando la sostenga en el tiempo, pero le creo. Rial entendió que este tema no alcanzaba con rozarlo, al contrario de lo que dijo Facundo Arana, lo del brazo fundamentalista del feminismo, el feminismo no abrasivo, sino todo lo contrario: hay que ir a fondo, llevar las exponentes más crudas, darle espacio, no dos minutos.

Para hablar de feminismo había que ir y tenían que ser muchas, no una. Una continuidad. Yo le dije a Rial en el piso que la televisión desempató la discusión del Matrimonio Igualitario con las iglesias y él me dijo que la próxima discusión que venía era la del aborto legal. Por eso que haya usado el pañuelo verde es tan importante. Y creo que hay que ir a la tele porque hay sectores a los que si no no llegás. Somos un movimiento federal y popular, no tenemos una mirada elitista.

Contra las hijas de Rial hubo una violencia de género en las redes muy fuerte

-Esto que decías que llevó a chicas combativas no es inocuo.

-No. No llevó a minas tibias, con discursos potables. Julia Mengolini, Malena Pichot, Bimbo, son minas a las que no las callás, no les ponés bozal, no arreglás nada. Son realmente bombas.

- ¿Y qué te pasa cuando te dicen que todas las feministas deberían tener tu discurso, más dialoguista, para contrastar con el estilo combativo de las otras chicas?

- ¡Me pongo la careta de Malena Pichot y la reivindico al cielo! Yo a Malena le tengo un agradecimiento personal enorme. Una admiración absoluta. Ha cambiado la generación de los jóvenes. Ponés un video de Malena en un cumpleaños de 15 y es el gran vals de los pibes. Todas las chicas de Persona son Los Redondos independientes de nuestra época. La primera vez que fui a ver su espectáculo les dije: “Chicas, Simone de Beauvoir decía que era por acá”. Te abren los ojos. Y cada una tiene su estilo. Todas nos desempeñamos como feministas de la misma manera en la que nos desempeñamos en la vida. Malena tiene algo que nos cuesta mucho a todas, y es que Malena se la banca. Julia también. Se la bancó cinco años en ese panel de machistas. Y creo que el feminismo no fue agradecido con Julia. Cuando le metieron al notero de Crónica en vivo, hay que bancar eso, y Julia lo bancaba. Porque es aguerrida. Mi libro "La revolución de las mujeres no era sólo una píldora" lo escribí porque me pidió que lo haga. Tiene una solidaridad y un compromiso que no es muy conocido. Hay un feminismo que no reconoce a sus periodistas, a sus comunicadoras. Tiene que ser más solidario. Tenemos que cuidarnos más.

-Volviendo a los Golden Globes, muchos decían que dimensionar lo que pasa en Hollywood es una manera elegante de ser cipayo.

-Creo que hubo un punto de inflexión en los Golden Globes: el discurso de Oprah fue brillante, muy firme, y todas las actrices vestidas de negro en vez de llegar de la mano de su novio, o solas, llegaban con activistas, migrantes, deportistas, lesbianas. Feminismo puro, no lavado. Si tengo que ser cipaya con los Golden Globes, soy cipaya. ¡Con todas las cosas en las que soy cipaya mirá si no voy a defender esta! Yo creo mucho en un feminismo latinoamericano, nacional y popular, ni eurocentrista ni yankicentrista. Pero lo que hacen bien, las aplaudo. Argentina es el epicentro de un movimiento mundial, con el #NiUnaMenos, junto con Polonia, para ir a un paro mundial el 8 de marzo. Y en Estados Unidos, en las Universidades, están mirando realmente qué pasa acá. En Alemania, en España. #NiUnaMenos es tomado como el gran originador de un movimiento mundial. Tuvo réplicas en México, en Perú.

A Malena Pichot le tengo una admiración absoluta. La primera vez que vi Persona les dije: “Chicas, Simone de Beauvoir decía que era por acá”

-Lo que sucedió en los Golden Globes también es una respuesta de las mujeres a todas las denuncias en esa industria, que parecieran no terminar más.

-La investigación que voltea a Harvey Weinstein llevó un año de trabajo. Algo que por nuestra precarización nosotras no podemos hacer. Ahí también soy cipaya, si me das un año para investigar soy cipaya. Hacen falta abogados que te defiendan para enfrentar a los poderosos que te litigan. Nuestro fuerte es la calle, me da orgullo, ¿y cuál es el fuerte yankee?: obvio, la escenografía, el montaje, lo espectacular, la ropa. Acá hace 32 años que no te mandan una cámara al encuentro de mujeres. Este año en Chaco dije “esto ya es imperdonable”. Las chicas están en tetas, con purpurina. 90 mil chicas en tetas y con purpurina. No hay ninguna justificación para que no haya una cámara. Eso generó, como contrapartida, un feminismo al que no le interesan los medios. Si nos llaman, vamos, pero crecimos sin que nos importe la mirada.

- ¿Y cómo tratamos en la Argentina a nuestros Weinsteins?

Hace diez años que escribo una columna que se llama Feminismo PopCorn en Las/12 y la verdad es que hay un lindo fenómeno en Disney: Frozen, Moana, que salta las olas para ser independiente, Valiente; hoy es mucho más fácil ver películas infantiles feministas que machistas. ¿Pero qué pasa acá? Calu Rivero hace una denuncia y te ponen al tipo acusado en una tira juvenil; rol asignado: “responsable paternal”. No es la defensa de un actor sino una defensa corporativa, para que no hablen las chicas. El mensaje es “hablar trae más costos que consecuencias”. Esto en Estados Unidos no pasa, llamame cipaya, pero no pasa ningún parámetro de ética en ninguna productora internacional. Para creerle a Calu alcanzaba sólo con escucharla o mirar la entrevista que dio María Valenzuela a Intrusos, que cuenta que entraba llorado a su camarín. Calu estaba angustiada y lo comunicaba en su lugar de trabajo. No más pruebas señor juez.

Cuestionario flotante

1) ¿Qué cosa te olvidás de comprar cuando vas al supermercado?

—Papel higiénico y Fritolín, soy más de la compra gourmet que de la compra básica, después voy al Día y compro tres.

2) Una ensalada ideal para acompañar el bife.

—La que hace mi hijo Benito, que es el mejor cocinero del mundo: queso, tomate cherry cortado con ajito y orégano, aceitunas y albahaca.

3) ¿En qué juzgado te gustaría que caiga una causa tuya?

—Casanello.

4) Una feminista histórica que capaz que ella ni siquiera sabía que era feminista.

—La Madre del Che, Celia. Era muy aguerrida y muy valiente. El Che era muy machista por eso yo reivindico a su madre.

5) Netflix, serie o película...

—Peaky Blinders.

6) Tu feminista favorita en el mundo entero...

—Mi sobrina Huayra de 7 años, porque creo que estamos aprendiendo todo de las nenas.

7) ¿Qué personaje de Los Simpsons te llevarías a una isla desierta?

—A una isla desierta me llevaría a un muchacho que me guste, pero la verdad es que no hay un hombre interesante en Los Simpsons así que me llevaría a Lisa. Disfruto mucho de las nenas y es la que más me hace acordar a mi hija, Uma.

8) Una película o serie que te gustaba y que tu mirada de género te impidió seguir disfrutando.

—Californication, porque él me gustaba y quería pasar el rato, pero llegó al punto en el que la serie era tan machista que ya ni siquiera me distraía, ya no la podía tolerar.

9) ¿Si hubiera algo así como un placer culposo el tuyo cuál sería?

—Soy muy reggaetonera, todo lo que escucho es reggeaton. Soy muy fan de Maluma, a él me lo llevaría a una isla desierta.

10) ¿Cuál es el emoji que más usás?