Tres intendentes K y Miguel Ángel Pichetto en un mismo lugar bastó para bastos análisis y conjeturas sobre cuál va a ser el panorama después del 22 de octubre en el peronismo. Tres dìas despuès la tropa de jefes comunales que revistan en Unidad Ciudadana estaban cenando con Cristina Kirchner, en una quinta de Escobar. El objetivo, además de una catarsis colectiva a 12 días de las elecciones, es concreto: medir las lealtades para evitar sobresaltos en el sprint final de la campaña. Tres días después de la foto que el intendente de Merlo Gustavo Menéndez, subiera a Twitter acompañado del senador rionegrino, la expresidenta fijó en 38 punto el umbral de una “derrota digna”.

El trabajo territorial sobre los distritos “convencidos” es vital para CFK. Hoy su campaña hace pie en Savio,  pago de Ariel Sujarchuk, intendente de Escobar. Contará con asistencia perfecta por parte de la tropa de intendentes: Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), su anfitrión en el acto de ayer; Jorge Ferraresi (Avellaneda); Walter Festa (Moreno; Julio Pereyra (Florencio Varela); Gustavo “Tano” Menéndez (Merlo); Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Fernando Gray (Esteban Echeverría).

“Ganar perdiendo” no es una opción agradable para los intendentes, con un instinto de supervivencia atado al microclima de los municipios. Quizàs eso, y los movimientos que ocurrieron la semana pasada alrededor de una eventual creación de un interbloque justicialista, influyan en no atar su futuro a una posible derrota de Cristina en las elecciones. El tweet de Nardini post reunión con Pichetto lo dejó de manera explícita: “imaginando la Argentina que viene”.

CFK criticó con dureza la política económica del gobierno y dijo: "Antes la gente llenaba los changuitos en la compra del mes, ahora van por segundas o terceras marcas y no llegan".